Eral de Concha y Sierra que se lidiará en la fiesta campera de Pamplona.
Artículo de opinión.
Por segundo año consecutivo y a diferencia de cómo se ha celebrado tradicionalmente, el festejo del día 11 se celebrará sin muerte de los astados en el ruedo, pese al sentir de los aficionados y de muchos pamploneses. De nuevo, no se ha tenido en cuenta la opinión de quienes consideran preferible que las reses mueran en el ruedo, para evitar que se prolongue inútilmente la agonía de los novillos hasta que regresen a los corrales y mueran en ellos.
Por otro lado, es preciso que los jóvenes que están empezando a dar sus primeros pasos en el toreo puedan ejecutar la llamada suerte suprema, como práctica que van a tener que llevar a cabo a lo largo de su todavía incipiente profesión. La supresión de la suerte de matar, incluso de las banderillas, obedece únicamente a razones de hipócrita estética. La muerte, como la sangre, es parte de la vida y no la debemos ocultar a los menos; todo lo contrario: debemos saber explicarla. No matar en el ruedo y hacerlo semi a escondidas en un corral no supone más que prolongar absurda y cruelmente la agonía del bravo animal. Por ello, en 2012, debemos recuperar nuestra tradición. Los festejos camperos matinales deben celebrarse con la muerte de astados. Quien esté en contra lo tiene bien fácil, que no vaya.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX