Compartió la puerta grande con Alejandro Lima ‘El Mojito’, que cortó un trofeo a cada uno de su lote. Fotografías: pablohermoso.net
Ganado: Dos toros de Zacatepec para rejones, primero y cuarto, bueno el primero y complicado el cuarto, y cuatro de Reyes Huerta, bien presentados, que cumplieron en conjunto, salvo el complicado sexto.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (cuatro orejas), Angelino de Arriaga (oreja y saludos) y Alejandro Lima ‘El Mojito’ (oreja en ambos).
Lugar y fecha: Plaza de toros Alberto Balderas de Xico, estado de Veracruz. 10 de diciembre de 2023.
Incidencias: Lleno aparente. Actuaron los forcados y recortadores xiqueños. El caballero navarro y El Mojito salieron a hombros.
La tarde de ayer en Xico arrancó con una procesión en honor a la Virgen en los momentos antes del paseíllo y con un reconocimiento a Pablo Hermoso en la temporada de su despedida por parte del ayuntamiento de la localidad.
La tarde estaba fresca y amenazando lluvia por las sierras cercanas, si bien, eso no fue óbice para que la plaza presentara un lleno casi total y sobre todo para que el público asistente no estuviera en todo momento muy metido en la lidia, muy divertido y muy festivo. Eso también implica a los actuantes y les obliga moralmente a corresponder a esa entrega.
Desde los primeros galopes de Regaliz con su primer toro, se vio que Pablo venía dispuesto a dejar el listón alto en su despedida de Xico y más que probable de todo el estado de Veracruz. El toro se llamaba Cagancho y desde luego que hizo honor a su hombre y resultó de un juego magnífico permitiendo el lucimiento de los caballos, sobre todo de Ilusión que, a ritmo de samba (esa fue la música elegida por la banda para su actuación), bailó con el toro en un cara a cara eterno, en el que ambos animales parecían un solo ser.
La gran faena realizada e intermediada excelentemente por los Forcados Xiqueños, la remató Ortigao con una rueda de cortas y la suerte del teléfono antes de recetar un rejón de muerte definitivo al segundo intento y cargarse al esportón las dos primeras orejas del festejo.
El cuarto toro de la tarde fue un toro con una imponente presencia y con un pitón derecho muy peligroso del que era muy complicado salir de la suerte. Pablo tuvo que tirar de maestría y jugar con el valor de los caballos para colocar los palitroques y salir con limpieza de las reuniones ante la ventajosa embestida del colorado. La faena tuvo mucha emoción y el remate final con el par a dos manos con Justiciero y con el rejonazo final hizo que la petición de rabo tomase mucha fuerza, si bien al final el juez de plaza sólo concedió el doble trofeo.