Al veterano caballero navarro le quedan dos citas, en las plazas de Logroño y de Sevilla. Galería fotográfica.
Ganado: Toros de Fermín Bohórquez, de juego desigual; el segundo fue premiado con la vuelta al ruedo.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas), Andy Cartagena (dos orejas y dos orejas y rabo) y Lea Vicens (oreja y dos orejas).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Almodóvar del Campo, en Ciudad Real. 21 de septiembre de 2024.
Incidencias: Lleno. Los tres rejoneadores salieron a hombros.
El adiós de Pablo Hermoso de Mendoza a la Comunidad de Castilla La Mancha tuvo su escenificación ayer con el descubrimiento de una placa en la puerta grande de la plaza de toros de Almodóvar del Campo, a las doce del mediodía y previamente a su actuación por la tarde en el moderno coso multiusos de esta ciudad. El homenaje fue promovido por el Ayuntamiento de Almodóvar del Campo y por el club taurino local. En la plaza se puede leer ya la siguiente inscripción:
“El Ayto de Almodóvar del Campo y el Club Taurino Almodóvar en homenaje al rejoneador más grande de la historia, Pablo Hermoso de Mendoza, como testimonio eterno de su última actuación en Castilla-La Mancha, acaecida en esta plaza de toros el 21 de septiembre de 2.024”.
No fue el único acto en el que el navarro fue protagonista, porque a continuación de desvelar la placa Pablo fue el encargado de lanzar el cohete que daba inicio al encierro de toros que se celebra por las calles de la ciudad y que tienen una antigüedad que llega desde el siglo XV por lo que están entre los más antiguos de España.
Luego por la tarde, no tuvo suerte en su primero, un astado que no le ayudó mucho durante la lidia y que al final terminó muy parado y el navarro no lo tuvo difícil para finiquitar con el rejón de muerte.
El de su despedida fue un toro más colaborador al que el de Estella dejó con un solo rejón de castigo para luego brillar en banderillas con Portobelo y Nairobi, con quienes consiguió momentos muy estéticos y de mucha pureza. La sorpresa vino con el rejón de muerte cuando encaró de frente al toro, colocado en los medios y cuarteó para dejar un rejonazo en todo lo alto que le puso en las manos la salida a hombros por esa puerta grande que a partir de este día esta engalanada con un azulejo en su honor.