El homenaje en Pachuca fue inolvidable. Más de cien charros acompañaron al navarro en el ruedo.
El rejoneador estellés ha concluido su décimo cuarta temporada en México, una campaña que se recordará, sobre todo, por haber alcanzado su festejo número dos mil, hito que tuvo por escenario la plaza de Pachuca.
En una época en que se está planteando torear menos festejos, la incógnita de esta campaña se centraba en si, después de tantos años, seguiría despertando el interés en los aficionados mexicanos. Y éstos fueron rotundos. Le demostraron que la figura de Hermoso de Mendoza sigue tan viva como siempre y que puede, y debe, seguir acudiendo al país azteca todos los años que quiera.
Este hecho queda demostrado por todas las actuaciones en que logró llenar la plaza: lo consiguió en veinticuatro de los cuarenta festejos que toreó, y en otros once, la entrada registrada fue de tres cuartos del aforo. En plazas como las de Apizaco, Atizapán, Autlán, Ciudad Juárez, Durango, Juriquilla, León, Mazatlán, Mérida o Sombrerete logró que se colgara el cartel de “no hay billetes”. Y en la más importante, en la Plaza México, en el popularmente llamado Embudo de Insurgentes, se rozó el lleno con la actuación del torero estellés. Por tanto, la afición de aquel país le ha dicho así que vuelva; es más, quedaría defraudada si no lo hiciese. De hecho, en tres meses, más de doscientas mil personas acudieron a una plaza mexicana para disfrutar con el toreo a caballo del maestro navarro.
Hermoso celebró su festejo 2.000 en Pachuca con otra salida a hombros.
Respecto a los triunfos, veintisiete de esos cuarenta compromisos los saldó con puerta grande y sólo en cinco se fue de vacío. A 30 de los 81 toros que lidió los desorejó por partida doble y a otro 20 les cortó una oreja. En total, paseó en triunfo un total de 80 orejas y 9 rabos.
Pero antes de pisar tierras mexicanas, completó una campaña, breve y exitosa, en Colombia –ocho paseíllos- y Venezuela, país en el que debutó; rubricó dos actuaciones en San Cristóbal y ambas las saldó con puerta grande. En esos dos países toreó diez festejos, siete de los cuales los concluyó con salida a hombros. Lidió 19 toros, a los que les cortó nada menos que 22 orejas y un rabo, éste logrado en Bucaramanga, en una de las mayores plazas del mundo.
Novedades
Dicen que el mejor método para no aburrir ni aburrirse es la imaginación. En el caso del caballero navarro, año tras año intenta siempre aportar novedades a sus temporadas americanas.
De este modo, toreó en nuevos escenarios, como el colombiano de Popayán, el venezolano de San Cristóbal o los mexicanos de Tlaquepaque o Alpuyeca.
El caballero navarro ante ‘Enamorado’, el toro que indultó en Alpuyeca.
Fue precisamente en esta localidad, en el festejo inaugural de la Monumental de Morelos, donde consiguió indultar un toro; concretamente, al llamado Enamorado, un ejemplar de Los Encinos, de 505 kilos. Fue el tercer indulto que lograba Hermoso de Mendoza a lo largo de su dilatada trayectoria profesional. A Enamorado se suman los nombres de Tabascoso (de Ernesto González Caicedo) en Cali hace dos años, y de Palomo (de Bernaldo de Quirós) en la mexicana Durango durante la campaña de 2005. Tres toros que le convierten al navarro en el único rejoneador de la historia con tantos ejemplares indultados tras una lidia completa a caballo.
Asimismo, como en temporadas anteriores, otorgó una alternativa; concretamente, ejerció de padrino del rejoneador Rodolfo Bello en la plaza de Juriquilla, donde el jinete toricantano no tuvo su mejor tarde.
Continuando con las novedades, en su periplo americano hizo debutar a cinco caballos. Primero a Napoleón, un tordo vinoso de fina lámina que toreó por primera vez en público en la plaza de Bucaramanga. Después, en México, a lo largo de esos cuarenta festejos utilizó quince caballos. A Estella, Van Gogh, Ícaro, Pirata, Manolete, Churumay, Viriato, Disparate, Dalí, Villa y al citado Napoleón se unieron cuatro caballos debutantes: el tordo Dante y el bayo Habanaero torearon por primera vez en público en la mítica plaza de Sombrerete, en el estado de Zacatecas, frente a toros de Golondrinas; fue el 2 de febrero, en el primer festejo de la campaña azteca del estellés; el primero lo hizo de salida y el segundo, en banderillas.
El debutante ‘Gurú’, una de las más satisfactorias novedades de la cuadra del estellés.
A mediados del mes siguiente, frente a un ejemplar de Refugio Peña, se presentó el negro Gurú, en la plaza de Atizapán de Zaragoza; lo hizo de salida, aunque luego se asentó en el tercio de banderillas. Y por último, en el tramo final de la temporada, el 20 de abril en la plaza de Torreón, le tocó el turno al tordo Alecrim, que se enfrentó de salida a un cuatreño de Cuco Peña. Cinco caballos que darán mucho de qué hablar esta temporada en Europa.
En el lado negativo, por fortuna, las novedades fueron muy pocas. El citado Dante sufrió dos días después de su debut una cornada leve en la plaza de Moroleón, de la que no tardó en reponerse. Más dolorosa fue la que recibió su jinete en Ciudad Juárez; un marrajo marcado con el hierro de Begoña le asestó un fuerte golpe en la pierna derecha, golpe que se convirtió finalmente en una cornada interna con derrame. Tal percance, sin embargo, no le impidió continuar su temporada.
Como curiosidad, tuvo asimismo el honor de intervenir en Aguascalientes en la primera Corrida Ponciana, en homenaje a Ponciano Díaz, leyenda de los charros mexicanos. Por ello, todos los toreros lucieron trajes típicos charros. El navarro vistió un traje azul vivo, un color que ya se conoce en México como “azul mendoza”, por haberlo puesto de moda el estellés en el traje corto, en el rondeño y en el charro.
Tres entre muchos triunfos
Como ya se ha indicado anteriormente, veintisiete de los cuarenta festejos que toreó los saldó con salida a hombros. Pero fueron tres los que destacaron sobre los demás. La tarde más redonda la rubricó el 1 de marzo en el estado de Chiapas, en la plaza de Tapachula, donde hizo pleno, cortó las cuatro orejas y dos rabos de un lote de toros de Puerta Grande.
Hermoso volvió a salir a hombros en el coso de Insurgentes.
La más importante, en México D. F., el 17 de febrero. Esa tarde, ante unas cuarenta mil personas, logró cortar las dos orejas del toro que abrió plaza, del llamado Quijote, de 510 kilos y del hierro de Los Encinos, y firmó así su décima salida a hombros en dieciséis actuaciones que ha protagonizado en el coso de Insurgentes.
Y la más memorable, en Pachuca, el 14 de abril, donde el maestro estellés celebró su festejo número dos mil. El patio de caballos se llenó de charros montados a caballo. Antes del festejo, se descubrió una placa conmemorativa, ante la presencia del propio torero, del embajador de España en México, Manuel Alabart, y del gobernador de Hidalgo, José Francisco Olivera Ruiz, entre otras personalidades.
Y llegó la hora del paseíllo, entre gritos de felicitaciones al navarro. Una vez finalizado, cuando Hermoso se retiraba hacia el patio de caballos, se encontró de frente con dos jinetes charros que portaban las banderas de México y España, y que acompañaron al rejoneador hasta el centro del ruedo. En ese terreno, el maestro estellés, emocionado, vio cómo iban apareciendo en el ruedo, uno tras otro, hasta un centenar de charros, luciendo sus mejores galas, llegados desde todos los puntos de México. Una vez formados alrededor del ruedo y con el público –unas 10.000 personas- puesto en pie, sonaron los himnos mexicano y español. Globos rojos y amarillos ascendieron al cielo mexicano mientras el empresario del coso, Julio Uribe, entregaba una escultura al rejoneador estellés.
Terminado el homenaje, Hermoso dio una vuelta al ruedo –una de las más emotivas de su larga trayectoria profesional-, saludando al público y a todos los charros. Después, el festejo estuvo repleto de guiños al maestro. Prueba de ello fueron los nombres de los toros: Triunfador, Giraldo, Cagancho, Dos Milenios, Pata Negra y Fusilero. El colofón lo puso el navarro con ese histórico triunfo y con esa salida a hombros después de haber cortado los máximos trofeos del toro Dos Milenios, de Los Encinos. En definitiva, una tarde inolvidable, como inolvidable es la figura de Hermoso de Mendoza para la historia del toreo.
Su campaña colombiana y venezolana en cifras.
Número total de actuaciones: 10.
Puertas grandes logradas: 7.
Festejos sin trofeos: 0.
Toros lidiados: 19.
Toros desorejados: 9.
Toros de una oreja: 4.
Toros sin trofeos: 6.
Orejas cortadas: 22.
Rabos logrados: 1.
Su campaña mexicana en cifras.
Número total de actuaciones: 40.
Puertas grandes logradas: 27.
Festejos sin trofeos: 5.
Toros lidiados: 81.
Toros desorejados: 30.
Toros de una oreja: 20.
Toros sin trofeos: 31.
Orejas cortadas: 80.
Rabos logrados: 09.
Su campaña americana en cifras.
Número total de actuaciones: 50.
Puertas grandes logradas: 34.
Festejos sin trofeos: 5.
Toros lidiados: 100.
Toros desorejados: 39.
Toros de una oreja: 24.
Toros sin trofeos: 37.
Orejas cortadas: 102.
Rabos logrados: 10
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX