Pirata volvió a ser decisivo en el triunfo en Tulancingo. Fotografía: pablohermoso.net
En el otro lado de la moneda, recibió un aviso frente a su primero, algo que no había sucedido a lo largo de su campaña mexicana.
Lugar: plaza de toros portátil instalada en Tulancingo, Hidalgo, (México).
Ganado: tres toros de Refugio Peña, primero, tercero y sexto, y cuatro de San Pablo.
Andrés Razo: ovación.
Alejandro Amaya: palmas y silencio.
Pablo Hermoso de Mendoza: silencio tras aviso y dos orejas.
Antonio Romero: oreja y dos orejas.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Debut del navarro en esta localidad.
Pablo Hermoso de Mendoza conoció el viernes pasado en la plaza de Tulancingo, donde debutaba, las dos caras de la moneda del toreo. Poco pudo hacer ante su primer toro, soso y reservón, frente al que, además, anduvo muy desafortunado a la hora de matar, lo que permitió que sonase un aviso, algo que no había ocurrido a lo largo de su campaña mexicana.
El caballero navarro, sin embargo, se pudo resarcir con el segundo de su lote, que tuvo calidad, y desglosó lo mejor de su toreo. Tras una brillante actuación de salida de Villa, que fue de menos a más, la torería de Chenel conectó rápidamente con los tendidos. La segunda parte del tercio de banderillas la remató con Manolete, que estuvo soberbio en los embroques y en las piruetas en la misma cara del toro. En el tercio final, Pirata puso la plaza al rojo vivo al permitir que su jinete dejase tres cortas sin respiro, un espectacular par a dos manos y un efectivo rejonazo, que le permitió cobrar las dos orejas del toro y alcanzar otra puerta grande más, la vigésimo novena de su actual campaña mexicana.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX