Volvió a salir a hombros tras cortar las dos orejas de un toro de Cuco Peña.
FICHA TÉCNICA:
Plaza: “Cancún”, en Cancún (Quintana Roo).
Ganado: dos toros de El Vergel, de escaso juego, y dos para rejones, uno de Cuco Peña y otro de Fernando de la Mora, buenos, muy bravo este último.
Fermín Spínola: palmas y oreja.
Pablo Hermoso de Mendoza: dos orejas y ovación.
Incidencias: Lleno. Festejo nocturno.
Pablo Hermoso de Mendoza inició el viernes pasado su gira por el sureste de México. Lo hizo en la plaza de Cancún, que se llenó para ver el navarro, quinen consiguió otra salida a hombros. De momento, pleno: once actuaciones y once puertas grandes.
El triunfo en esta turística plaza lo logró frente a su primero, un toro de Cuco Peña que tuvo buen son. Completó una faena muy torera con Estella de salida, Chenel –que ofreció un recital de toreo de costado- y Viriato en banderillas y Pirata en el tercio final. Mató de un certero rejonazo, que provocó gran júbilo en los tendidos, y el toro fue arrastrado sin sus dos orejas.
El que cerró plaza, de Fernando de la Mora, fue una máquina de embestir, con bravura y cadencia, el mejor ejemplar al que se ha enfrentado el navarro en México esta temporada. Su magnífica condición se vio ya de salida cuando galopó codicioso tras la grupa de Garibaldi. El caballero navarro lo cuajó desde el principio, en un trasteo de gran transmisión. En banderillas, ante la acometividad del cuatreño, con Van Gogh expuso hasta la temeridad y con Dalí, cuyas ajustadísimas piruetas fueron un alarde de exposición.
En el tercio final, la plaza era ya una olla a presión. Una precisa rueda de cortas, dos pares a dos manos, dos rosas más, puro recreo, hicieron presagiar la concesión de un rabo, pero el jinete estellés no acertó con el rejón letal y tuvo que descabellar al magnífico toro, por lo que, al final, el premio se redujo a una cálida ovación para recompensar una faena de las que se guardan en la memoria.