Momento de la vuelta al ruedo al segundo novillo de Lumbreras.
Dos novillos fueron premiados con la vuelta al ruedo y Jiménez le cortó el rabo al magnífico cuarto.
Ganado: Cuatro erales de Álvaro y Pablo Lumbreras, bien presentados, con kilos, y de buen juego en conjunto, sobre todo el segundo y el cuarto, que fueron premiados con la vuelta al ruedo.
Novilleros: Nabil ‘El Moro’ (silencio tras dos avisos y silencio tras aviso) y .Antolín Jiménez (oreja y dos orejas y rabo).
Incidencias: Un tercio de plaza. Tarde calurosa. Jiménez y el ganadero, Carlos Lumbreras, fueron sacados a hombros.
Al finalizar el festejo, le dijo un viejo del lugar al ganadero: “Enhorabuena. Jamás había viso tan buena novillada, con dos novillos de vuelta al ruedo”. Y así fue. Lumbreras dejó muy buena imagen como ganadero. Lo mismo sucedió con Jiménez, que se llevó el lote. El pamplonés Nabil, por el contrario, decepcionó algo.
Vuelta al ruedo al cuarto novillos de Lumbreras en Fitero.
El navarro recibió con dos largas cambiadas al que abrió plaza. Realizó después una faena voluntariosa ante un novillo que embestía con la cara a media altura, que iba y venía. Novillo y novillero dijeron muy poco. Falló reiteradamente con el estoque y sonaron dos avisos. El público guardó respetuoso silencio.
El tercero fue algo tardo. Obligaba a estar encima de él. Un eral que humilló sin entrega. Nabil no lo vio claro y volvió a fallar con el estoque. Nuevo aviso y de nuevo, silencio.
Antolín Jiménez, por su parte, se llevó el lote y lo aprovechó. El segundo, Vinatero-71, transmitió mucho, embistió con fuerza y tuvo recorrido. El novillero dio la sensación de estar algo verde, poco rodado. Pese a ello, tras una faena digna, mató de una estocada y cortó una oreja.
Antolín pasea en triunfo el rabo cortado al cuarto y el ganadero Carlos Lumbreras le acompaña en el vuelta al ruedo.
El cuarto y último fue el mejor de la tarde, Jugador-61, fue el novillo soñado por cualquier ganadero, un dechado de clase y calidad. El novillero granadino entendió al novillo y corrió muy bien la mano, lo hizo todo por abajo. Muy buena faena, rematada con otras estocada, y los máximos trofeos para el novillero, que salió a hombros junto al ganadero, Carlos Lumbreras.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX