MULTA DE 300 EUROS A LA DELEGADA DEL GOBIERNO Y DE 100, A LA MECA

Carmen Alba huye en el callejón de un toro que había saltado la barrera. Fotografía: Javier Sesma.

Carmen Alba huye en el callejón de un toro que había saltado la barrera. Fotografía: Javier Sesma.

Un portero de la Casa Misericordia dejó entrar a Carmen Alba al callejón durante la lidia de un toro el día 8 de julio.

Carmen Alba, delegada del Gobierno en Navarra, recibió sobre las 14.30 horas de ayer la notificación de que deberá pagar una multa de 300 euros por la infracción que cometió el pasado 8 de julio en la plaza de toros de Pamplona: estar en el callejón sin autorización del delegado de la Autoridad (Policía Foral). Por su parte, la Casa Misericordia, organizadora del evento, deberá abonar 100 euros.

El Gobierno de Navarra ha sancionado la presencia de la delegada del Gobierno en el callejón cuando se estaba lidiando un toro con la máxima cantidad posible dentro de las infracciones leves. Ésta podía oscilar entre los 30 euros y los 300, tal y como aparece tipificado en el artículo 89 del capítulo IX del Reglamento de Espectáculos Taurinos de Navarra.

Carmen Alba anunció ayer durante una rueda de prensa que hoy recibirán su conformidad: “No alegaré por no dilatar más el proceso sancionador”, explicó.

La propia delegada del Gobierno explicó en su día lo sucedido. Ella presenciaba la corrida desde el burladero número 21, asignado por la Casa Misericordia para la Delegación del Gobierno. Justo cuando el diestro Joselillo estoqueó a Langosta, Carmen Alba abandonó su localidad para ir al servicio, algo que el reglamento sí permite ya que en ese momento no se estaba lidiando ningún toro. A su vuelta, el matador Juan del Álamo ya había comenzado a torear a Cantinillo. Ella explicó que el portero de la Casa de Misericordia, empresa organizadora de la Feria del Toro, le permitió acceder señalándole que “fuera algo agachada”. Justo en ese momento, el morlaco saltó las tablas y quedó a unos pocos metros de la delegada, que se dirigía hacia su burladero. “Cuando vi la cara de Simón Santamaría, supe que pasaba algo. Eché a correr”, explicó. Fue el propio Simón Santamaría, jefe de la Policía Municipal de Pamplona, quien la agarró del brazo y la puso a salvo en su burladero antes de que el toro alcanzase a Carmen Alba, y el incidente tuviera mayores consecuencias.

Información de Rubén Elizari para Diario de Navarra.

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