MUERE EN LERÍN EL RECORTADOR M. RUIZ POR CORNADA DE UNA VACA

La vaca de la ganadería de Eulogio Mateo coge a Miguel Ruiz, mientras otros participantes en el festejo tratan de sacar al animal. Fotografía: Iñaki Marugán Agesta.

La vaca de la ganadería de Eulogio Mateo coge a Miguel Ruiz, mientras otros participantes en el festejo tratan de sacar al animal. Fotografía: Iñaki Marugán Agesta.

Natural de Calahorra, y de 29 años, participaba en una exhibición de anillas con vacas de Eulogio Mateo, ganadero navarro de Cárcar.

Miguel Ruiz Pérez, vecino de Calahorra, de 29 años, murió en una exhibición de recortadores celebrada ayer por la tarde en Lerín. Empleado en la planta de San Adrián de General Mills, recibió una cornada en el abdomen por parte de una vaquilla de la ganadería de Eulogio Mateo, de Cárcar.

Miguel Ruiz Pérez.

Miguel Ruiz Pérez.

Según algunos de los asistentes, Ruiz resbaló al ir a introducir una anilla en el cuerno del astado y, ya en el suelo, trató de escapar de su embestida. Sin embargo, al llegar a uno de los burladeros, la vaca lo alcanzó y lo corneó, a pesar de que los demás participantes en la exhibición trataron de frenarla.

Tras resultar herido, el joven todavía estaba consciente y se echó la mano al costado, pero en ese momento palideció y se desmayó. Varias personas lo sacaron en volandas de la plaza para que fuera asistido por los servicios de emergencia. Aunque en un principio se barajó trasladarlo a Estella para estabilizarlo allí y, después, llevarlo al Complejo Hospitalario de Navarra en helicóptero, Ruiz fue evacuado a Pamplona en una ambulancia medicalizada de Baztán Bidasoa, aunque finalmente no pudo ser reanimado.

El joven se encontraba participando a las 19.45 horas en una exhibición de recortadores –competían tres parejas– junto al organizador del evento, Ibai Piudo Suescun, lerinés de 22 años. Celebrada tras el encierro, estaba previsto que hubiera dos rondas con cuatro vaquillas. Ruiz fue cogido por la última de la primera ronda.

El Ayuntamiento había regado al mediodía la arena de la plaza –un tablado que se monta durante las fiestas en honor de la Virgen de la Asunción entre el 14 y el 21 de agosto– para que tuviera más consistencia y se evitaran resbalones.

Asimismo, antes del encierro había pedido por megafonía a los corredores que tuvieran precaución, avisando de que la ganadería de Eulogio Mateo era peligrosa. Así lo confirmó el ganadero, que indicó que, después de que un encierro del pasado año se saldara con un corneado, el consistorio le había pedido que trajera animales más flojos. Por ello, la exhibición de anillas se llevó a cabo con vacas de tres a cuatro años. La que corneó a Ruiz tenía tres años y estaba marcada con el número 213.

Unas 300 personas presenciaban el festejo, y las asistencias sanitarias tardaron algunos segundos en atender al herido, ya que no se encontraban junto a la plaza, sino que observaban la exhibición desde un balcón, que cuenta con una mejor visión de la arena.

Recortador aficionado

Ruiz ––que anteriormente formó parte del Ejército de Tierra–– era conocido en los festejos taurinos de Navarra por ser un recortador aficionado –había corrido también en los encierros de San Fermín–.

A comienzos de mes, había pasado unos días ingresado en el hospital San Pedro de Logroño debido a una infección de anginas.

La alcaldesa de la localidad, Consuelo Ochoa (Plataforma de Lerín), se mostró muy afectada por el suceso, sobre todo después de hablar con el organizador del evento y compañero de Ruiz durante su exhibición. “La había organizado con mucha ilusión y se ha quedado muy impactado”, dijo.

No se trata de la primera víctima mortal en el municipio durante un festejo taurino. Además del herido por cornada durante uno de los encierros del pasado año, en el 2008 murió Justo Amado Ochoa Rubio, lerinés de 40 años, que falleció tras golpearse la cabeza durante un encierro vespertino.

Aficionado a la suelta de reses

Miguel Ruiz Pérez –que el 16 de febrero cumplió 29 años– era muy conocido en Calahorra por su afición a los encierros y por su implicación con el Grupo Paso Viviente de la Semana Santa. Entre los habituales a los encierros, su fallecimiento fue “una tragedia”.

Miguel solía participar en las sueltas de reses bravas de localidades cercanas. En su ciudad, había sido incluso colaborador del encierro. Durante la Semana Santa, solía desfilar en la legión de romanos del citado grupo, con el que estaba muy involucrado.

Información de Asier Gil para Diario de Navarra.

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