Ante ciento cincuenta socios, a Felipe Sota, presidente del Club Taurino Tafallés durante nueve años, se le impuso la insignia de oro de la entidad.
El matador de toros estellés Francisco Marco y el rejoneador de Noain Roberto Armendáriz tentaron ayer en la plaza de toros de Tafalla cuatro eralas de Hermanos Ganuza, de Artajona, ejemplares que ofrecieron buen juego en conjunto. Fue el plato fuerte de la fiesta anual del Club Taurino Tafallés, que comenzó con una misa rociera en el ruedo de la plaza de toros, a la que siguió un almuerzo en el patio de caballos.
Seguidamente, comenzó el tentadero. Los dos toreros navarros estuvieron muy bien auxiliados por los subalternos Simón, Casanova y Echániz. Saltaron al ruedo cuatro eralas, de distintas procedencias, que embistieron con fijeza y nobleza, cualidad que aprovechó Marco para torearlas por ambos pitones y lucirse, por lo que fue ovacionado.
Y lo mismo ocurrió con Armendáriz, que ofreció una lección de toreo a caballo del caro, en una mañana que le sirvió para ir poniendo a punto caballos nuevos, como Litri, Corazón, Hidalgo y, sobre todo, Gringo, que pisó un ruedo por primera vez.
Terminada la tienta, se rindió un pequeño homenaje a Felipe Sota, presidente del taurino tafallés durante nueve años, a quien el actual, David Arrula, le impuso la insignia de oro de la entidad.
El magnífico ambiente continuó después en el patio de caballos con una comida de hermandad, que dio paso, a los postres, a sevillanas y jotas, éstas magníficamente interpretadas por la alcaldesa de Tafalla, Cristina Sota, y su hermano, que supieron tocar la fibra de todos los presentes.