Derechazo de Marco a ese 'mastodonte' que resultó muy toreable.
Lo hizo a puerta cerrada en la finca Pajera, donde se crían las reses bravas de Saboya
De cara a su compromiso del 9 de julio en Pamplona, donde se enfrentará a toros de Cebada Gago, Francisco Marco está llevando a cabo una intensa preparación, matando toros a puerta cerrada e interviniendo en diversos tentaderos.
De este modo, en tres sesiones, ha matado en Guadalajara, en la finca Pajera, sita en el término de Ciruelas, seis toros de la ganadería Saboya, todos de cinco y seis años, de mucho respeto, sobre todo uno de ellos, que arrojó en la báscula un peso de 722 kilos.
Pese a este tremendo volumen, el castaño ejemplar tuvo clase en la muleta del diestro navarro, quien lo toreó con oficio y temple, muy asentado, por ambos pitones. Los toros que ha matado de este hierro, de procedencia Vega Vilar y Juan Pedro Domecq, han mostrado similares condiciones y han permitido siempre el lucimiento del estellés.
Además de matar estos toros a puerta cerrada, Marco ha intervenido en diversos tentaderos; concretamente, en Francia, en la finca El Palmeral, del ganadero francés Fano; en Valladolid, en Raso del Portillo, la ganadería con mayor antigüedad; y en Salamanca, en la finca Herreros de Salvatierra, en Pedrosillo de los Aires, donde se crían las reses bravas de Cambronell Hermanos, hierro triunfador de las dos últimas ediciones de la Feria de Peralta.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX