Momento en el que el cuarto novillo, de Santafé Martón, cornea en un muslo a Manolo de los Reyes en la plaza francesa de Magescq.
El banderillero pamplonés, que cumple 25 temporadas como torero de plata, ha recibido hoy –festividad de San José- el alta de la cornada que sufrió en Magescq.
Si el coronavirus lo permite, Manolo de los Reyes toreará la próxima temporada a las órdenes del diestro francés Juan Leal y lo hará por cuarto año consecutivo. Es uno de los fijos en una cuadrilla que componen además Marc Leal y Agustín de Espartinas como banderilleros, Daniel López Candel y Vicente González Barrera, y Francisco Hernández como mozo de espadas. Respetando las fechas de Leal, seguirá toreando también, como en campañas anteriores a las órdenes de Paulita y de matadores de toros franceses como Thomas Dufau, Adrien Salenc y Dorian Canton.
De momento, por el maldito virus, ha perdido las siguientes actuaciones: hoy, festividad de San José, en Valencia frente a toros de Fuente Ymbro; el 11 de abril en Arles, en la tarde de reaparición de Alejandro Talavante; el 22 de abril en Sevilla, frente a toros de Fuente Ymbro; y el día 23 en Zaragoza.
Otro momento del percance.
El banderillero pamplonés, que este año cumple veinticinco años como hombre de plata, acaba de recibir el alta de la cornada que sufrió en la localidad francesa de Magescq. En ella se celebró el pasado 16 de febrero una novillada sin picar con seis serios erales –casi utreros- del hierro navarro Santafé Martón, de Villafranca; un encierro enrazado y exigente para los vestidos de luces, que fue arrastrado sin cuatro de sus orejas y que permitió la salida a hombros de Cristian Parejo.
De los Reyes toreó a las órdenes de Álvaro Burdiel. Al clavar un par al cuarto novillo, yendo muy de frente, como acostumbra, sufrió una cornada de siete centímetros en la parte posterior del muslo izquierdo, herida que no le impidió continuar la lidia y que pocos advirtieron. Pasado más de un mes, el banderillero navarro ya se encuentra completamente recuperado y, según ha asegurado, con muchas ganas de volver a vestirse de luces.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX