Han completado la carrera en 2 minutos y 52 segundos y no han dejado heridos por asta. Fotografías: Diariodenavarra.es
Corredores experimentados y periodistas no recuerdan un encierro tan lluvioso como el de este martes. Dicen que se tienen que remontar a la década de los noventa. Unas precipitaciones que, quizá, han podido influir en una presencia de corredores mucho inferior a la prevista en este segundo encierro de San Fermín. Dos notas que han dibujado un encierro atípico en el que los toros de José Escolar han roto su leyenda en Pamplona en una carrera que se ha prolongado dos minutos y 52 segundos.
Tras un primero encierro de 2018 con un corneado, los Escolar no han dejado ningún herido por asta de toro. Según informaciones de Cruz Roja Navarra, cuatro corredores han sido trasladados a centros sanitarios por contusiones.
La ‘empapada’ carrera de los grises
Los animales han salido con algo de retraso, quince segundos después de que a las ocho de la mañana sonara el cohete del encierro. Tras el empeño de uno de los pastores, el primero en salir de los corrales ha sido un toro a trote lento, seguido del resto de la manada. No obstante, pronto los cabestros han tomado la cabeza del grupo y han arropado a los toros.
Hacia el final de la cuesta de Santo Domingo, uno de los astados se ha ido descolgando de la manada y ya ha cubierto en solitario todo el recorrido del encierro, aunque no ha generado mayores complicaciones a los corredores.
Por delante, la manada seguía unida y ha cubierto la curva de Mercaderes sin resbalar, hasta que han enfilado a fuerte ritmo la calle Estafeta. Uno de los toros abría la manada, lo que ha permitido al inicio a algunos mozos poder correr delante de las astas. Sin embargo, pronto los cabestros han vuelto a coger la cabeza, y han tapado a los toros.
Conforme la manada se ha ido estirando, ha posibilitado que los mozos trataran de buscar espacio delante de las astas. Un corredor se ha visto atropellado y ha acabado arrollado por toda la manada.
El grupo ha continuado sin mayores incidencias. En el interior del callejón, en la parte derecha, varios mozos han caído al suelo y han escapado a través de la gatera. Ya en el coso taurino los cinco toros y los cabestros han entrado sin problemas en los chiqueros, tras 2.24 segundos de carrera.
Por detrás ha llegado el último toro, que ha obligado a los dobladores a esforzarse para conducirlo, dado que se ha dado la vuelta en el coso y posteriormente ha resbalado, antes de acceder finalmente a los chiqueros.
Crónica publicada en Diariodenavarra.es