Los toros cubrieron el recorrido en dos minutos y medio, y no hubo heridos de gravedad. Fotografías: Diario de Navarra y Alberto Arelizalde.
Los toros de Núñez del Cuvillo protagonizaron el 7 de julio un encierro rápido y limpio. Salieron a poca velocidad en la cuesta de Santo Domingo, lo que permitió correr bien en ese tramo, algo que no es habitual. A partir de Mercaderes los toros adelantaron a los cabestros y cogieron velocidad, frenada por la curva de Estafeta, en la que los cabestros volvieron a recuperar la cabeza de manada.
A través de toda la calle Estafeta la manada se estiró como un hilo, lo que permitió que los corredores encontraran distintos huecos y tuvieran oportunidades para correr. Los cuvillos se comportaron con nobleza y no soltaron derrote alguno, lo que permitió ver buenas carreras sobre todo en el tramo de Telefónica. Aunque hubo un pequeño montón en la entrada de la plaza debido a la cantidad de corredores, no fue a mayores afortunadamente.
El encierro duró poco más de dos minutos y medio y se saldó sin heridos de gravedad. Hubo cinco traslados hospitalarios, uno por fractura de brazo, otro con una contusión en la cara, por un traumatismo craneoencefálico con estado consciente, otro por una contusión en la pierna y un quinto herido por contusiones varias.