Los aficionados pudieron ver los ejemplares de Flor de Jara, Retamar y Pérez de Villena
Los mulilleros de Sangüesa y varios acompañantes, una veintena de personas en total, visitaron recientemente en la sierra madrileña tres ganaderías de bravo, de encastes diferentes; concretamente, las de Pérez de Villena, Retamar y Flor de Jara.
En la primera jornada, se desplazaron hasta Zarzalejo, localidad situada a seis kilómetros de San Lorenzo del Escorial, donde fueron recibidos por los titulares del hierro Pérez de Villena, de encaste Domecq, y donde disfrutaron de una completa jornada campera. Tras un almuerzo de hermandad, contemplaron, montados en carros tirados por caballos, las diversas novilladas que esta vacada tiene preparadas para la actual temporada. Por la tarde, después de comer, fueron los propios aficionados navarros los que tentaron en una coqueta plaza cubierta tres becerras limpias e hicieron sus pinitos como toreros.
Al día siguiente viajaron a Colmenar Viejo para conocer la ganadería Retamar, de procedencia Núñez. En esta dehesa, de manos de su propietario, Manolo Hurtado, que es también apoderado de Fernando Robleño, los aficionados sangüesinos pudieron contemplar la novillada que, con este hierro, se lidiará este año en la plaza de Madrid.
Sin salir de Colmenar, la tercera jornada tuvo por destino la ganadería Flor de Jara, de encaste Santa Coloma. Fue su propietario, Carlos Aragón, quien les mostró la preciosa dehesa y los utreros destinados a Las Ventas y a dos plazas francesas, y una corrida de toros que se lidiará en Bayona.
Con una visita a la plaza de Colmenar Viejo concluyó la excursión de los mulilleros de Sangüesa, la sexta que realizan y que se suma a las de Sevilla, Salamanca, Mérida, Toledo, Navalcarnero y El Escorial.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX