Pablo y Guillermo salieron a hombros tras repartirse cinco orejas de toros de Pallarés.
Ganado: Seis toros de Pallarés, de buena presencia y juego variado; el mejor fue el sexto, aplaudido en el arrastre.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas, palmas y dos orejas) y Guillermo Hermoso de Mendoza (palmas, oreja y dos orejas).
Lugar y fecha: Plaza de toros La Ribera de Logroño (La Rioja). 22 de septiembre de 2024.
Incidencias: Dos tercios de plaza. Segunda de la Feria de San Mateo. Antes del paseíllo se homenajeó al veterano caballero navarro. Las peñas de la ciudad le entregaron un reconocimiento y se le obsequió con una jota de honor. Como sobresaliente actuó el rejoneador navarro Óscar Lorente.
Logroño es otra de las plazas con un profundo significado en la vida de Pablo Hermoso de Mendoza. Una ciudad donde el navarro vivió sus años adolescentes y donde comenzó a fraguarse en su cabeza la idea de emprender la carrera de rejoneador. Aquí es donde domó a Cafetero, su primera estrella, cerca de aquí toreó su primera vaca y aquí tuvieron lugar sus primeros entrenamientos con carretón, que entonces era una escoba que embestía en manos de algún amigo.
Una ciudad con una plaza legendaria como La Manzanera, en la actualidad derribada y donde Pablo todavía tuvo tiempo de actuar en tres ocasiones en los San Mateos de 1991 y 1995 y en un festival en 1999. Después vino la multiusos de La Ribera, en las orillas del Ebro y aquí Pablo se convirtió ya en un fijo desde 2002 hasta la fecha, con algunos años toreando incluso en tres ocasiones y sumando un total de treinta y un tardes sumando la de su despedida. Un coso donde, al igual que Pamplona, el navarro ha conseguido que la corrida de rejones sea una fija y se constituyera en torno a su presencia.
Para esta fecha de despedida se eligió un cartel especial con una ganadería que debutaba en la ciudad de Logroño, a pesar de ser una de las más antiguas de la camada española y un cartel muy familiar con un mano a mano entre Pablo y su hijo Guillermo, que precisamente lidió su primer novillo en público en esta misma plaza en 2014, día que tanto la familia como el propio Guillermo, decidieron que quería seguir en esta profesión.
Ayuntamiento de Logroño, Club Taurino Logroñés, Hípica Ecus y las peñas locales se unieron para homenajear al estellés antes del comienzo del festejo, mediante la entrega de diversos recuerdos de reconocimiento y se interpretó una jota en su honor, cuya letra glosaba lo que ha sido la figura de Hermoso de Mendoza.
Vinieron los brindis de la última tarde. El primero a la familia Rubio de Aldeanueva de Ebro, muy querida por el jinete y con una relación de amistad muy profunda, igual que Ramón Basarte, buen amigo de Peralta. El segundo toro a la fiel afición logroñesa, que en una buena cantidad acudió a apoyarle en su última tarde y el tercero y más querido a Miguel González, hombre muy importante en los inicios de Pablo, que era quien precisamente portaba esa escoba con la que, a modo de carretón, acometía las primeras embestidas en los entrenamiento del navarro.
Muchos sentimientos antes de enfrentarse a una buena pero exigente corrida santacolomeña de Pallarés, con toros que transmitieron, aunque no pusieron las cosas fáciles. Una corrida que debió de irse con menos orejas al desolladero si ambos jinetes hubieran estado más acertados con el rejón de muerte.
El peor de todos el quinto, fue precisamente al que Pablo cortó las orejas merced sobre todo a que lo finiquitó con prontitud. Antes había hecho la faena de la tarde a su primero, un bravo santa coloma al que paró de forma sensacional con Nómada después de esperar al toro en la puerta de chiqueros, y para luego dejar auténticos pasajes de toreo templado con Ilusión. Muy parecido lo acontecido en el tercero, buen toro ante el que Malbec monopolizó el tercio de banderillas y que volvió a toparse con la hoja de peral.
Con la maestría de Berlín en el quinto consiguió encelar al toro de costado y realizar hermosinas y cerró matando y dando el pecho con Portobelo y ahora sí acertó al primer intento para obtener así su duodécima salida a hombros en la ciudad de Logroño, once de ellas en esta plaza de La Ribera.
Guillermo tiró y mostró la raza que lleva dentro y desde el principio salió a ganarse parte del protagonismo que por circunstancias se llevaba su padre. Se atragantó con el rejón para emborronar un triunfo que se había ganado con creces a lomos de Berlín y de Orfeo en su primero.
La primera oreja la obtendría en su segundo, otro buen astado de Pallarés ante el que Ecuador puso la emoción en los tendidos con tres banderillas de las de cortar la respiración. Quiebros ajustados, llegando desde el otro lado de la plaza, para continuar la buena lidia que Alquimista había dado de salida. Luego Martincho abrevió pero dejó la impronta de una sensacional pirueta. También hubo un pinchazo previo que dejó el trofeo en una oreja.
La faena de la tarde para el joven navarro fue en el sexto, al que esperó en el centro del ruedo con Jíbaro, para colocar el primer rejón de castigo a portagayola. Posteriormente, con Extraño, faena templada, con mucho gusto y mucha justeza y cierra con Otelho, con cuatro palitroques cortos y el mejor rejonazo de la tarde. Dos orejas que abrían de par en par la puerta grande para ambos jinetes, certificando al adiós de uno y la bienvenida al joven.