Hermoso puso al público en pie en Querétaro con la suerte del teléfono, que ejecutó montando a ‘Jabugo’.
Las muy buenas faenas que realizaron se vieron emborronadas con mal uso del rejón de muerte. Galería fotográfica.
Ganado: Cuatro toros y dos novillos, tercero y cuarto, de Los Encinos, de buen juego.
Toreros: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y ovación), Diego Silveti (silencio y vuelta), Guillermo Hermoso de Mendoza (ovación) y Juan Silveti (oreja).
Lugar y fecha: Plaza Sta. María de Santiago de Querétaro, estado de Querétaro. 13 abril.
Incidencias: Media plaza. El veterano caballero navarro regresó a esta plaza catorce años después.
El primero de la noche fue un astado poco colaborador con el que Pablo hubo de hacerlo todo y arriesgar a lomos de Alquimista. Con Disparate se metió en los terrenos del toro cuajando una actuación muy emotiva que acabó tomando altos vuelos a lomos de Donatelli. Un pinchazo y un rejón trasero enfriaron al público. Paró de salida a su segundo con Barrabás de manera brillante antes de torear de costado de manera cadenciosa a lomos de Berlín con cambios por los adentros. Reapareció Dalí, tras la cornada interna sufrida hace unos días en Ciudad Juárez, y lo hizo en plenitud
de facultades. Atacó de lejos en banderillas y brilló en ajustadas piruetas antes del epílogo de faena con las cortas a lomos de Jabugo. Gran faena malograda con los aceros.
El novillo que correspondió en suerte a Guillermo salió suelto y abanto y hubo de ser el caballero a lomos de Ágora II el que aprovechara los terrenos y querencias para clavar los rejones de castigo. El animal se movió más durante el segundo tercio lo que aprovechó Guillermo para brillar a lomos de Disparate templando la boyante acometida del astado con galope de costado y hermosinas llevando los pitones hilvanados a la montura. Quebró con ajuste a Lomos de Baco haciendo las delicias del público y cerró una labor de gran nivel con Bacano. Mató al segundo intento y se esfumó la opción de trofeos.
En cartel lo completaban en lidia a pie los hermanos Diego y Juan Silveti. Este último cortó al novillo que le correspondió en suerte la única oreja del festejo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX