LOS GANADEROS DE BRAVO ASEGURAN QUE LA CASTA NAVARRA CORRE PELIGRO

De izda. a dcha., los ganaderos Roberto Arriazu, Miguel Reta, Eulogio Mateo y Víctor Arriazu.

De izda. a dcha., los ganaderos Roberto Arriazu, Miguel Reta, Eulogio Mateo y Víctor Arriazu.

Muchos de ellos ya han tenido que llevar reses al matadero como ‘parche’ para mantener al resto de la vacada.

La Asociación de Ganaderos de Bravo de Navarra, en la que se aglutinan el mayor porcentaje de las 68 ganaderías de la Comunidad Foral, asegura encontrarse en una situación muy crítica, y que corre peligro de supervivencia el 60% de la cabaña brava de la comunidad, que cuenta con un censo de más de 9.000 cabezas de reses de lidia.

La asociación, representada por relevantes exponentes de la Casta Navarra (Casta Fundacional del Toro de Lidia), los ganaderos Víctor Arriazu (presidente), Eulogio Mateo y Miguel Reta coinciden en el callejón sin salida en el que se encuentran, no sólo ellos, sino todo el colectivo ganadero navarro y buscan “soluciones de urgencia” ya que la paralización de la actividad económica por la covid-19, “les priva de su principal fondo de ingresos, como es el alquiler de sus reses para los diferentes festejos taurinos populares que se celebran a lo largo de la geografía navarra”, aseguran en un comunicado.

La suspensión de las fiestas patronales este verano, y la no celebración de festejos taurinos, “deja sin poder de acción a los ganaderos, quienes siguen manteniendo su conglomerado laboral, del cual dependen directamente alrededor de 150 puestos de trabajo y 250 en el punto álgido de la temporada, así como los gastos habituales de una de estas explotaciones, dado que las reses no pueden dejar de recibir su atención y cuidados habituales”, señala la nota.

En Navarra se celebraron en la temporada 2019 un total de 1.591 espectáculos taurinos populares, que al no celebrarse generan una pérdida directa en los ganaderos que calculan entre 4 y 6 millones de euros. Además, el impacto económico externo de este tipo de festejos llegaría a rondar los 40 millones de euros en el entorno rural donde se producen.

A todo ello, añaden, “hay que sumarle la pérdida histórica de un fenotipo único de ganado en todo el mundo como es la Casta Navarra, seña de identidad dentro del toro de lidia por su componente histórico y por su comportamiento único, idolatrado y venerado por los millones de seguidores que tiene a lo largo del país este tipo de festejos, y que pone a Navarra a través de una casta única en la vanguardia de las reses de lidia seleccionadas para los festejos taurinos populares a nivel mundial”.

Los ganaderos han comenzado a llevar reses al matadero, que, según aseguran, funciona como “un parche” para mantener al resto del ganado. Es una actividad que “no podrán mantener mucho tiempo por el bajo coste de la carne, y lo que aboca gravemente a poner en serio riesgo no sólo la subsistencia de la cabaña brava navarra sino también la extinción de un animal único seña de identidad de Navarra y de la historia de la Tauromaquia”.

El comunicado de la asociación navarra asegura que otras comunidades, como Aragón y Valencia, en la que abundan los festejos taurinos populares “ya han dado los primeros pasos a través de sus parlamentos autonómicos para desarrollar un plan de liquidez económica para ayudar al tejido productivo y medio ambiental que generan estas explotaciones”.

En cambio, los ganaderos navarros, que mantuvieron una reunión el 23 de abril con el Gobierno foral para buscar soluciones, “todavía no han recibido respuesta ante esta situación crítica”.

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