El primero tomó dos varas; tres, el segundo, en toda regla, y el cuarto provocó el derribo del varilarguero. Fotografías: Miguel Ángel Coronado.
El triunfo de Baigorri en la plaza francesa de Mugron fue doble. Por un lado, por su nobleza; por otro, por su pelea en el primer tercio. La mayoría de los novillos se empleó en el caballo y recibió su castigo, como lo muestra las imágenes. Pese a ello, tuvieron fuerza, ninguno dobló las manos. Su pelea en el caballo engrandeció el encierro lidiado. No fueron ejemplares de ésos que se crían ahora: un picotazo como mucho en varas para que aguanten cientos de muletazos en el último tercio. No, no fueron así. Pelearon ante los varilargueros y permitieron el triunfo en la muleta. Se puede hablar, por tanto, de una novillada bastante completa, mucho más que digna para la afición. Las imágenes son las siguientes: