
La Mesa del Encierro estuvo formada ayer por De izda a dcha: Jesús Salinas, secretario técnico de Seguridad Ciudadana; Alberto Margallo, director de Seguridad Ciudadana; Ignacio
Polo, concejal de Seguridad Ciudadana; Enrique Maya, alcalde de Pamplona; Simón Santamaría, jefe de Policía Municipal; Juan Pedro Lecuona, corredor; Xabier Aldaz, de Carpintería Aldaz; Jesús Cía, de Casa de Misericordia; Juan Antonio, de la empresa de limpieza Foxa; Miguel Reta, pastor; José Miguel Araiz, pastor; Jorge Mori, portavoz del PSN; José Núñez, portavoz del PP; Juan Carlos González, de DYA; Edurne Eguino, concejal de Izquierda-Ezkerra; Endika Lacuey, presidente de la Federación de Peñas; Asurmendi, de la Federación de Peñas; Teo Lázaro, corredor; Miguel Eguíluz, corredor; Luis Otermin, jefe de la Unidad Clínica del CHN; y Alberto Otamendi, del Servicio Navarro de Emergencias. Fotografía: José Antonio Goñi.
Sólo la Federación de Peñas se mostró contraria a la idea de limitar el número de corredores, mientras que el ayuntamiento endurecerá las sanciones a corredores con actitudes negligentes.
Más dureza en las sanciones y un control mucho más férreo contra la masificación que durante los últimos años viene definiendo los encierros de San Fermín. Los miembros que componen la Mesa del Encierro, y entre los que se encuentran corredores, pastores, representantes municipales, responsables de seguridad ciudadana, políticos, mozos de peñas y miembros de la Casa de Misericordia, entre otros, debatieron ayer sobre tres puntos principales: la posibilidad de imponer un control en el acceso al recorrido; el riesgo de las personas que corren detrás de los toros y si los tradicionales cabestros de cola son imprescindibles; así como la elaboración de una normativa “bien descrita y definida” para poder aplicar sanciones “más duras”.
Ninguna de las propuestas se ha concretado todavía, ya que el fin de esta primera reunión era “realizar un diagnóstico completo”. No obstante, los colectivos coincidieron en que la masificación de corredores debería controlarse “mucho más”. La mayoría apostó por la posibilidad de poder fijar un número máximo de mozos de cara a los próximos Sanfermines. “Todavía tenemos que profundizar mucho sobre el tema, pero en el caso de que fuera necesario imponer un cupo, habría que estudiar cuál puede ser el límite”, explicaron desde al área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona.
Las peñas, en cambio, discreparon en este punto, manteniendo la necesidad de que la participación siga siendo “voluntaria y espontánea, sin existir límites”. Cabe recordar que, este año, fue el sábado el día en que más mozos corrieron (3.900), mañana en la que protagonizaron el encierro seis toros de Alcurrucén.
Normativa legal
Otro de los puntos de debate se centró en el riesgo que implican las personas que corren detrás de los astados, ya que “dificultan en exceso” el trabajo de los pastores, además de “incrementar exponencialmente” el peligro de la carrera. A este respecto, también se puso sobre la mesa la necesidad de mantener los dos cabestros de cola que habitualmente cierran la manada. “En el caso de que se decidiera suprimir a estos animales, siempre con el beneplácito de pastores o Casa de Misericordia, se podrían cerrar antes las puertas que restringen el paso de los mozos que vienen por detrás y multiplicar así la seguridad”, explicó Ignacio Polo, concejal de Seguridad Ciudadana del consistorio pamplonés.
La tercera de las claves que debatió la Mesa del Encierro ayer versó sobre la iniciativa de redactar una normativa “dura, definida y bien descrita” sobre el modo de correr. “Queremos crear un apartado específico en una ordenanza municipal o ley foral para decretar todas las infracciones que puedan ser de riesgo y sus correspondientes sanciones. Pensemos en indumentaria, grabación, estado del corredor, tocar a los animales, etc”, detalló Polo. La Mesa se volverá a reunir dentro de un mes y medio.
Información de Noelia Gorbea para Diario de Navarra.