Toro de Concha y Sierra junto a una vaca y un par de becerros.
La ha comprado el empresario Jean-Luc Couturier, quien hace unos meses se hizo también con la de Cura de Valverde.
Los hermanos José Luis y Guillermo García Palacios, propietarios hasta ayer de la legendaria divisa de Concha y Sierra, han vendido toda la ganadería y los derechos del hierro al empresario francés Jean-Luc Couturier, quien hace unos meses también se hizo con la ganadería del Cura de Valverde. “Llevar dos ganaderías conforme está la situación se hace muy complicado. Pensamos en reducir Albarreal para dejarla más pequeña pero eso podía provocar que ninguna de las dos tuviera rentabilidad ni creciera como queremos así que hemos apostado por quedarnos sólo con ella y prescindir de Concha y Sierra”, aseguró Guillermo García Palacios.
Tras más de veinte años al frente de la ganadería, Guillermo explicó que la decisión viene motiva por “el bien de la ganadería y en el interés de que Concha y Sierra siga haciendo historia en un país como Francia. Hemos luchado mucho para mantener ese tesoro genético que significa esta ganadería. El momento actual era bueno, se demostró con la novillada de Madrid, y mi hermano la tenía donde él quería. Va a ser un salto cualitativo para la ganadería, estamos seguros que Jean-Luc va a mantener el interés y darle continuidad”.
José Luis y Guillermo, que han vendido los sementales, las vacas y los becerros que ahora pastarán en una finca de Arles, se han quedado con una corrida de toros y un par de novilladas para lidiar el próximo año.
La ganadería de Concha y Sierra mantiene en pureza la Casta Vazqueña como auténtica joya genética. Su historia se remonta al Siglo XIX cuando Fernando de la Concha y Sierra, con reses de Taviel de Andrade y de Castrillón, formó una ganadería que alcanzó su máximo apogeo en plena Edad de Oro, en manos de su viuda Celsa Fontfrede. Famosa es la faena de Belmonte al toro ‘Barbero’ de esta casa, el 21 de julio de 1917 en la plaza de Las Ventas, considerada por muchos la mejor obra del genio trianero.
Desde entonces varios han sido los propietarios de este histórico hierro, que pasó de Juan de Dios Pareja Obregón a José Luis Martín Berrocal, quien la vendió a una sociedad norteamericana denominada King Ranch. Miguel Báez Espuny ‘Litri’ trató de recuperar su prestigio en los años 80 antes de que la adquirieran sus hasta ahora propietarios, que con gran esfuerzo consiguieron volver a lidiar sus productos en plazas de renombre, fundamentalmente en corridas concurso y novilladas picadas, como la lidiada el pasado mes de septiembre en Las Ventas.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX