Se desembarcaron ayer nueve toros de Pedro Gutiérrez Moya, con tres hierros diferentes, que dieron un peso medio de 569 kilos.
Los toros salmantinos de Pedro Gutiérrez Moya, destinados a la corrida de rejones, se desembarcaron ayer, a primera hora de la mañana, en los corrales de la plaza de toros. En total, se desenjaularon nueve cuatreños, nacidos entre agosto de 2008 y abril de 2009, todos de capa negra y marcados con los tres hierros de la casa ganadera: cuatro con el de San Pelayo, tres con el San Mateo y dos con el de Carmen Lorenzo, de la misma procedencia y del mismo propietario, conocido por su nombre de matador como Niño de la Capea. En la báscula arrojaron un peso medio de 569 kilos; entre el de mayor peso -620 kilos- y el más ligero -530-, hay una diferencia de 90 kilos.
Los toros de San Pelayo responden a estas señas: Veterano, número 3, de 550 kilos; Betunero, 4, de 565; Culebrito, 11, de 570; Botijero, 12, de 530. Los de San Mateo son los siguientes: Romerito, 26, 586; Botijero, 27, de 620; y Jicarón, 40, de 551. Y los dos de Carmen Lorenzo son Valenciano, 4, de 580 kilos y Canastito, 48, de 572 kilos.
Seis de estos nueve toros serán lidiados el 6 de julio por Pablo Hermoso de Mendoza, Sergio Galán y Roberto Armendáriz.
Por otro lado, también llegaron ayer a la plaza de toros los sobreros, pero ni la empresa ni Policía Foral facilitó datos sobre ellos.