JAVIER MARÍN: “ESTOY MIUY ILUSIONADO Y DESEANDO QUE LLEGUE EL DÍA”

Javier Marín ya ha toreado dos tardes en Las Ventas y ha cortado una oreja.

Javier Marín ya ha toreado dos tardes en Las Ventas y ha cortado una oreja.

El joven de Cintruénigo quiere despedirse de novillero en la plaza de Pamplona, el próximo 5 de julio, como debe ser.

Javier Marín ya está preparando su salto a matador de toros. A sus 24 años, lo hará en una plaza, la de Tudela, que reconoce que es muy especial para él. Recuerda que en la ‘Chata de Griseras’ se puso por primera vez delante de una becerra con público en el año 2010 y que este coso le vio debutar con picadores el 25 de julio de 2013. Cortó una oreja con petición de la segunda y dio una vuelta al ruedo. Al año siguiente salió a hombros de la plaza tudelana tras llevarse tres trofeos y en 2015 también cortó una oreja.

Ahora, Marín se enfrenta a uno de sus mayores retos, ser matador de toros. “Estoy muy ilusionado y deseando que llegue el día. Va a ser muy especial. Es un paso más en mi carrera y, además, estaré en la segunda plaza más importante de Navarra y ante mi gente, esa que me ha apoyado desde el principio, los de Cintruénigo y también muchos navarros. Será un día muy bonito en el que tengo que corresponder al público con mucha disposición y entrega. No tengo nervios, tengo mucha ilusión”, señaló ayer justo después de terminar un entrenamiento en el que mató un toro junto al diestro Diego Urdiales.

Marín ha toreado una novillada esta temporada y lo ha hecho en Las Ventas de Madrid, donde el año pasado ya cortó una oreja. Esta vez recibió una ovación con leve petición de oreja y silencio en el segundo ante los complicados novillos de Dolores Aguirre. “Estuve cerca y creo que lo superé con nota”, apuntó.

Despedirse en Pamplona

Además, su deseo es poder despedirse como novillero en la feria de San Fermín de Pamplona, algo que todavía no está asegurado, aunque espera que su actuación en Madrid sirva para ello.

El joven cirbonero explicó que no tiene antecedentes taurinos en su familia y que su afición comenzó en los festejos populares. “Veía los encierros de Pamplona y luego empecé a correr en Cintruénigo y los alrededores. Me llamó la atención el toreo y… hasta hoy”, indicó.

Reconoció que el camino no ha sido fácil, pero que está orgulloso de todo lo que ha conseguido. “La oreja del año pasado en Madrid fue un punto de inflexión. A partir de ahí, toreé en Pamplona, Arnedo, Arganda, Teruel… Fueron 10 novilladas y 2 festivales y una temporada muy bonita”, añadió Javier Marín.

En lo que no duda es en señalar al torero, también de Cintruénigo, Sergio Sánchez, su apoderado, como clave en su carrera. “Es como mi segundo padre. Va más allá de ser un apoderado. Siempre está para ayudarme, es un fenómeno y no se ha perdido ni un tentadero en todos estos años”, agradeció.

En cuanto a si preparará de forma especial su alternativa, Marín reconoce que entrenar es “clave”. “Pero siempre me estoy preparando porque es una profesión muy intensa. Si te quieres dedicar a esto tienes que darlo todo. Lo que sí es cierto es que tengo la suerte de hacer lo que me gusta”, recalcó.

Información de Jesús Manrique publicada en Diario de Navarra.

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