Imagen del miureño Datilero en la muleta de Escribano. Fotografía: Arjona.
Manuel Escribano le corta las dos orejas a un ejemplar de Zahariche premiado con la vuelta al ruedo.
El encierro de Miura lidiado en Sevilla lució excelente presentación y dio muy buen juego. Fue un buen broche final a la Feria de Abril. El primero fue un animal agarrado al piso, que no regaló ni una embestida y terminó parándose y negándose a embestir. El segundo, llamado Almendrero, tuvo importancia, embistió con nobleza, fijeza y obediencia. El tercero, sin sacar peligro, fue un tanto a menos, quedándose cortito y apagándose. El cuarto se partió un pitón por la cepa en la salida al ruedo y salió en su lugar un sobrero del hierro titular de Miura. El reserva fue, de largo, el más peligroso y listo del encierro hasta el momento. El quinto, complicado, estiraba el cuello y costaba que no llegara a puntear la muleta. Y el sexto, llamado Datilero, fue un toro extraordinario, premiado justamente con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Respecto a los diestros, su resultado fue el siguiente: Rafaelillo (ovación con saludos tras aviso y saludos), Javier Castaño (saludos y vuelta al ruedo) y Manuel Escribano (saludos y dos orejas), que sustituyó a Julián López “El Juli”. Última de feria. Entrada: casi lleno.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX