El jinete navarro recibió con Villa al que abrió plaza. Fotografía: pablohermoso.net
La triunfadora de la tarde fue Noelia Mota, que cortó las dos orejas del sexto y salió a hombros.
Lugar: plaza de toros Coliseum de La Coruña (Valladolid).
Ganado: seis toros de La Castilleja, de juego desigual, aunque destacaron el primero y el quinto por su transmisión.
Pablo Hermoso de Mendoza: oreja y ovación.
Roberto Armendáriz: saludos y oreja.
Noelia Mota: vuelta al ruedo y dos orejas.
Incidencias: Más de media plaza. Tercer festejo de la Feria de María Pita. Mota salió a hombros.
La falta de acierto a la hora de matar impidió el domingo pasado que los rejoneadores navarros Pablo Hermoso de Mendoza y Roberto Armendáriz abriesen la puerta grande del Coliseum coruñés.
El caballero estellés la tuvo en su mano, ya que pudo haber cortado hasta cuatro orejas. Rubricó una gran actuación frente al que abrió plaza, un buen toro, con mucha movilidad y transmisión. Con Chenel, con su elegante toreo de costado y sus espectaculares cambios por los adentros, se metió al público en el bolsillo. Pero pinchó una vez antes de clavar el rejón letal definitivo y el premio se redujo a una oreja.
Frente al cuarto, bueno también aunque con algunas complicaciones, hizo vibrar con Viriato, con su ceñido toreo circular, cara a cara con el toro. Cuando el navarro empuñó el rejón de muerte, se hizo un silencio impresionante en la plaza, que deseaba el acierto para que saliese a hombros. Pero pinchó una vez, dejó un rejón y tuvo que descabellar, por lo que todo quedó en una cálida ovación.
Armendáriz, por su parte, dejó muy buen sabor de boca en su debut en este escenario. Frente a su primero, destacó con los quiebros de Ranchero y con el toreo de cercanías de Polvorilla, que puso al público en pie. Terminó su buena faena con Trasnochador, con el que, tras tres cortas, descordó al toro, por lo que los trofeos se esfumaron.
Al quinto del festejo lo recibió sobre Berlinde. Los mejores momentos en banderillas llegaron con Prometido y su espectacular toreo de costado. En el tercio final, de nuevo sobre Trasnochador, dejó tres cortas sin respiro y terminó con un rejonazo; pero el toro tardó en caer y se enfriaron algo los ánimos. Pese a ello, le fue concedida una oreja, la primera que conseguía en este escenario.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX