HERMOSO SUMA UNA OREJA EN EL LIENZO CHARRO DE TLAHUELILPÁN

Hermoso, sobre 'Pirata', en Tlahuelilpán.

Hermoso, sobre ‘Pirata’, en Tlahuelilpán.

El caballero navarro hizo debutar a dos caballos: a Fo de salida y a Machete en el último tercio.

Ganado: Dos novillos, primero y sexto, y dos toros de Golondrinas, y dos toros para rejones de Javier Garfias, segundo y cuarto, manejables.

Toreros: Antonio Lomelín (oreja en ambos), Pablo Hermoso de Mendoza (oreja y silencio) y Alejandro Martínez Vértiz (oreja y silencio tras dos avisos).

Lugar y fecha: Plaza de toros-lienzo charro Jorge Gutiérrez, en Tlahuelilpán, estado de Hidalgo (México). 21 de marzo.

Incidencias: Media plaza. Festejo nocturno. Lomelín salió a hombros.

Después de doce años de ausencia, Pablo Hermoso de Mendoza regresó el viernes pasado a Tlahuelilpán, donde optó por presentar una cuadra joven frente a un toro y otra veterana ante el otro que lidió. Cobró sólo una oreja por fallar con el descabello, lo que le privó de una nueva puerta grande.

Ante su primero, optó por una cuadra inédita hasta ahora. De salida hizo debutar a Fo, un hijo de Gallo, de capa baya, que, superados los nervios iniciales, acabó gustándose al torear su jinete con la bandera. El tercio de banderillas lo comenzó con Vinoso, hijo de Curro, otro caballo de los nuevos aunque ya más toreado. Marcó muy bien los tiempos en las tres banderillas que atacó, toreó de costado en tramos cortos y llevó el máximo peso de la lidia. El rejoneador cerró este tercio con Duende, que estuvo espectacular balanceando en los quites. Y para cerrar la faena, el estellés sacó a otro caballo debutante, a Machete, con el que el torero tiró de maestría para colocar las cortas por los adentros. Acertó con la hoja de peral al segundo intento y se le concedió una oreja.

En su segunda intervención, frente al cuarto, también de Garfias, el caballero navarro optó por una cuadra más veterana. Comenzó la faena con Palomo, que paró las primeras embestidas del astado en dos rejones de castigo y lo llevó templado con la bandera. En banderillas, con Disparate, llegó el toreo de calidad en una lidia basada en llevar al cuatreño toreado de costado y al hilo de tablas, donde ejecutó la alegre hermosina y dio así al festejo un nuevo giro. Seguidamente, tomó el relevo Dalí, que siguió embelesando al público con sus cites y con sus ajustadas piruetas. El gran tono de la faena se mantuvo con Pirata, que realizó un perfecto último tercio, mezclando valor y torería, y mostrando siempre la cara y el pecho por derecho. La pena fue que Hermoso terminó con un rejón trasero que no hizo doblar al toro, por lo que tuvo que descabellar hasta tres veces, lo que le privó de trofeos y de la consiguiente puerta grande.

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