HERMOSO SE DESPIDE DE NAVARRA CON UN TRIUNFO GRANDE EN OLITE

Histórica imagen. Padre e hijo salen a hombros en Navarra por última vez.

El maestro estellés y su hijo Guillermo salieron a hombros tras repartirse media docena de orejas. Fotografías: pablohermoso.net

Ganado: Dos toros de Herederos de José Rosa Rodríguez, los dos primeros, y otros dos de El Canario, complicado el primero y colaboradores y de buen son ante las monturas los demás.

Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (oreja y dos orejas); y Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas y oreja).

Lugar y fecha: Plaza portátil de Olite (Navarra). 16 de septiembre de 2024.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. Tarde soleada, con molesto viento. Antes de comenzar el festejo, Ángel Equisoain, veterano rejoneador local, recogió una placa de manos del maestro estellés. Los dos rejoneadores salieron a hombros.

Pablo Hermoso de Mendoza se despidió en Olite de su tierra navarra en este festejo celebrado en una plaza portátil a la puertas del castillo que domina la ciudad y que constituye el primer reclamo turístico para una localidad que es, sin duda, si no la más bonita, sí una de las más bonitas de la Comunidad Foral.

Olite apostó en esta ocasión por un festejo mayor, con figuras de primer orden y con la despedida del navarro más ilustre en la Tauromaquia y lo hizo en un mano a mano entre padre e hijo, con dos toros para cada uno, todo ello en una tarde soleada pero con un molesto viento fresco.

Este festejo se inició con un homenaje, si bien en esta ocasión Pablo Hermoso de Mendoza ejerció más de maestro de ceremonias que de homenajeado, porque fue el encargado de entregar una placa conmemorativa a Ángel Equisoain, rejoneador local, caballista y muchos años empresario de esta plaza y además buen amigo de la familia Hermoso de Mendoza.

Luego comenzó la lidia de ambos Hermoso de Mendoza con muy buenos detalles en un festejo en el que los toros colaboraron en general, pero no pusieron las cosas fáciles a ambos rejoneadores, sobre todo en el tercio de salida. El mejor fue el tercero, ante el que Berlín mostró toda la elegancia de su toreo e hizo las delicias de un público que siempre estuvo del lado de los jinetes. El último toro que Pablo lidió en Navarra, llamado Relojero, fue el encargado de parar el reloj del rejoneador más grande que ha dado la historia en cosos forales. En el primero fue Ilusión el caballo más entonado y con el que cotas más altas alcanzó.

Guillermo destacó sobre manera con Extraño en el cierra plaza y quebrando sobre Ecuador en su primero. Mención especial para un debutante, Bayo, que cuajó un buen tercio final en el cuarto mostrando unas formas muy prometedoras.

Al final ambos rejoneadores salieron a hombros de la plaza con las torres de la ciudad de fondo y con la entrega, una vez más, del respetable, que se divirtió de lo lindo con las evoluciones de ambos caballeros.

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