Los tres toreros salieron a hombros y el bravo toro de Ganadería de Pincha fue premiado con la vuelta al ruedo. Galería de imágenes.
Ganado: Dos toros de San Pelayo para rejones, primero y cuarto, colaboradores, tres de José Luis Pereda, correctos de presencia, nobles y sosos, que, sin clase, se dejaron hacer, y uno de Ganadería de Pincha, tercero, bien presentado, con mucha clase, bravo y noble, premiado con la vuelta al ruedo.
Toreros: Guillermo Hermoso de Mendoza (dos orejas y dos orejas y rabo), Esaú Fernández (oreja y dos orejas) y Mario Sotos (dos orejas y ovación).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Fitero (Navarra). 11 de marzo de 2023.
Presidencia: A cargo de María Aliaga, asesorada por Francisco Martínez de Quel y la veterinaria Ana Pereira, se mostró muy generosa en la concesión de trofeos.
Incidencias: Tres cuartos de plaza. Tarde agradable de nubes y claros. Los tres toreros salieron a hombros.
Triunfalista la tarde vivida en Fitero. Por el número de trofeos cortados –nueve orejas y un rabo- se puede pensar en un festival. Pero no, fue una corrida de toros mixta, en la que el palco quiso ser protagonista y se sumó a la fiesta con la concesión de trofeos a granel.
Lo mejor de la tarde, la entrada –el público respondió a la cita-, y ese toro cuatreño, negro de capa, llamado Rascatripas, al que le faltaron algunos kilos –no hay que olvidar la fecha, no ha terminado el invierno-, y, por tanto, un poco más de fuerza. Pero, la verdad, derrochó clase, con nobleza y motor, lo que provocó que fuera exigente asimismo. Sotos, ante él, al principio no dijo mucho pero luego le hizo las cosas bien. Tras un comienzo de faena algo dubitativo, enseguida comenzó a arrastrar su muleta y barrió la arena fiterana por ambos pitones. Culminó el buen trasteo con una certera estocada, que posibilitó la justa concesión de las dos orejas.
Después, no le acompañó la suerte. Le correspondió un toro inválido ante el que el lucimiento era imposible. De todos modos, el triunfo grande ya lo tenía bien amarrado. El público agradeció su esfuerzo y le tributó una ovación.
Esaú Fernández, por su parte, volvió a triunfar. Al igual que el año pasado, cortó de nuevo tres orejas, con un palco generoso y con su estilo característico, una combinación de dominio, quietud y buen manejo de los aceros.
Por último, Guillermo Hermoso de Mendoza se presentó en esta centenaria plaza navarra y firmó un triunfo rotundo. Era su tercera actuación de la temporada y consiguió el cuarto rabo, como diciendo ahí queda eso. Fue el encargado de abrir la temporada taurina en Navarra, se presentó en esta plaza y no desaprovechó la ocasión.
Al que abrió plaza, con muchos kilos le cortó las dos orejas gracias, sobre todo, a un rejonazo de muerte espectacular, tras una faena de dominio cimentada en Jíbaro de salida, Berlín e Índico en banderillas y Justiciero en el tercio final.
Y no conforme con este triunfo grande, el estellés tiró de ambición frente al negro cuarto, llamado Romerito, volvió a mostrar su juvenil experiencia y su dominio del escenario para compactar una faena emocionante (con Martincho, Ecuador, Malbec y Esencial), por lo ajustado de los embroques y perfectamente rematada una vez más por un rejón de muerte intachable, que ha permitió la concesión de los máximos trofeos.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX