El caballero navarro clava un par de cortas sobre Pirata en Salamanca. Fotografía: pablohermoso.net
Logró dar una señorial vuelta al ruedo tras haber realizado una de las faenas de más peso de la temporada.
Ganado. Seis toros de Ángel Sánchez y Sánchez, desiguales, justos de presencia y de juego dispar; el mejor, el tercero; también buenos el quinto y el sexto.
Rejoneadores.
Pablo Hermoso de Mendoza, ovación tras petición y vuelta al ruedo.
Sergio Galán, ovación y dos orejas.
Joao Moura, oreja y oreja con petición de la segunda.
Incidencias. Plaza de toros de La Glorieta. Tres cuartos de plaza. Último festejo de abono.
El primero de la tarde tardó en encelarse y salió suelto hasta que el rejoneador, sobre Saramago, clavó el primer rejón de castigo. Acortó distancias en banderillas y aprovechó la flexibilidad de Manolete para no pasar en falso y llevarlo cosido a la grupa a dos pistas muy templado. Al toro le faltó un puntito de chispa y con Ícaro le consintió con mucha cadencia en los medios levantando las primeras ovaciones de la tarde. Remató con Pirata en banderillas cortas y, tras fallar en una ocasión con el rejón de castigo, se le pidió una oreja no concedida por la presidencia.
El caballero navarro, en su segunda intervención, estropeó con los aceros una magnífica faena al complicado cuarto. El animal pronto acusó sus querencias, situación que el navarro solventó con maestría. En banderillas con Chenel fijó la embestida toreando y metiéndose por dentro en las tablas ajustadísimo. Destacaron las batidas en los medios arriesgando. Protagonizó el navarro con Dali otro capítulo en banderillas citando de frente en los medios en un tierra a tierra espectacular cargado de expresión. Piruetas y adornos previos al remate con Pirata en cortas a dos manos fueron el cierre de una labor redonda malograda con los aceros. Vuelta al ruedo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX