Hermoso, sobre ‘Napoleón’, toreando con la bandera en San Cristóbal de las Casas.
Cortó tres orejas en una abarrotada plaza de San Cristóbal de las Casas.
Ganado: Dos novillos, primero y sexto, y dos toros de Gonzalo Iturbe, y otros dos para rejones, segundo y cuarto, de Bernaldo de Quirós, de buen juego.
Toreros: Antonio Lomelín (oreja en ambos), Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y oreja) y Alejandro Martínez Vértiz (pitos tras dos avisos y bronca tras tres avisos).
Lugar y fecha: Plaza La Coleta de San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas (México). 14 de marzo.
Incidencias: Lleno. El caballero navarro y Lomelín salieron a hombros. Primer festejo nocturno en esta localidad mexicana.
Pablo Hermoso de Mendoza protagonizó el sábado pasado otra tarde redonda en la plaza de San Cristóbal de la Casas, localidad mexicana que celebró por primer vez en su historia un festejo taurino nocturno; y vista la experiencia –lleno en las gradas y espectáculo en el ruedo-, posiblemente repetirá.
El caballero navarro se aseguró la puerta grande frente a su primero, un toro huidizo de salida, que cambió tras recibir el primer rejón de castigo y embistió después con nobleza y fijeza. Estas cualidades sirvieron para que, en banderillas, Disparate se luciese con su templado galope de costado y con la vibrante Hermosina. Ya en el último tercio, Pirata no acusó el susto de Motul y permitió que su dueño clavase tres cortas espaciadas, un magistral par a dos manos y un rejonazo letal arriba, que hizo doblar al buen toro rápidamente. Dos orejas y salida a hombros asegurada.
El jinete estellés remató la triunfal noche con otro trofeo; pudieron ser dos de nuevo pero al rejonazo final le precedió un pinchazo. Se las vio con un toro abanto de salida pero que embistió con calidad después. Tras recibirlo con Churumay, Dalí y sus provocaciones con la cola, y Viriato y su toreo en redondo en terrenos más que comprometidos completaron un gran tercio de banderillas. El espectáculo final llegó con Pirata: cortas a una mano, a dos manos, rosa, desplantes… el caballo azteca hizo todo lo que quiso hasta el definitivo rejón letal.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX