GUILLERMO HERMOSO, PUERTA GRANDE EN BURGOS MIRANDO A SAN FERMÍN

A Guillermo Hermoso de Mendoza le acompañó en la salida a hombros Sergio Pérez de Gregorio.

En el último festejo del abono se despidió del Coliseum Pablo Hermoso de Mendoza, quien paseó un trofeo. Fotografías: pablohermoso.net

Ganado: Seis toros de Luis Albarrán, bien presentados y de juego dispar.

Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (saludos y oreja), Guillermo Hermoso de Mendoza (oreja en ambos) y Sergio Pérez de Gregorio (oreja en ambos).

Lugar y fecha: Coliseum de Burgos. 3 de julio de 2024.

Incidencias: Tres cuartos de plaza. Quinta y última de la Feria de San Pedro. El joven caballero navarro y el salmantino salieron a hombros.

La Feria de San Pedro de Burgos finalizó en son triunfal con el festejo de rejones en el que Pablo Hermoso de Mendoza dijo adiós al Coliseum. Hubo mucho público y dos puertas grandes, las de generación más joven del cartel. Pablo Hermoso de Mendoza se fue a pie a pesar de haber realizado la mejor faena de la tarde, que precisamente fue la única que se quedó sin premio. Una labor templada, de mucha calidad, toreando muy espacio con Talento al que podemos decir fue el único toro de la tarde que se dejó hacer algo. Pablo lo aprovechó, pero lo pinchó, por lo que se tuvo que conformar con una ovación, a la que correspondió saludando desde el tercio.

Según fuentes de los rejoneadores navarros, el resto de la corrida, con orejas para todos, fue de toros infumables para los caballeros, aunque podemos decir que para la gente, como se movieron, resultaron entretenidos. Lo cierto es que todos se rajaron, se fueron a tablas y allí esperaban para lanzar unas embestidas rabiosas y bruscas. Los Hermoso de Mendoza bastante tenían con dejar los palos y salir limpios de los embroques y aun así, ponían alguna pincelada como galopes de costado, quiebros o piruetas.

La primera faena del joven navarro tuvo categoría, ajustándose con el toro en una labor a más. En el quinto puso toda la carne en el asador en una faena de gran conexión con los tendidos. Al final puerta grande para Guillermo en una tarde de ponerse el mono de trabajo, más que la brillantina del lucimiento.

A Guillermo le acompañó en hombros Sergio Pérez de Gregorio, un joven rejoneador salmantino que no desentonó entre el maestro y una de las figuras actuales del escalafón. Paseó una oreja de su primero y otra del sexto.

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