Guillermo Hermoso de Mendoza fue sacado a hombros por su equipo, que luece el hierro del joven rejoneador. Fotografía: pablohermoso.net
Pablo, su padre, que ejerció de maestro de ceremonias en San Miguel de Allende, se fue de vacío bajo una plaza llena de público. Galería de imágenes.
Ganado: Dos toros para rejones, de San Pablo el primero y de Los Encinos el cuarto, y cuatro novillos también para rejones, de Fernando de la Mora, segundo y sexto, de Marrón, tercero, y de San Pablo, quinto, de buena presencia y de juego desigual.
Rejoneadores: Pablo Hermoso de Mendoza (palmas y silencio), Sebastián Torre (ovación y silencio) y Guillermo Hermoso de Mendoza (oreja en ambos).
Lugar y fecha: Plaza Oriente de San Miguel de Allende, estado de Guanajuato (México). 15 de abril.
Incidencias: Lleno. Pablo Hermoso de Mendoza brindó su primer toro a Carlos Slim. Guillermo Hermoso de Mendoza, que hizo su presentación en América y que estuvo acompañado por su madre y sus hermanas, salió a hombros.
Llegó el gran día del debut de Guillermo Hermoso de Mendoza en América y como no, tenía que ser en su San Miguel de Allende, el pueblo que le vio crecer casi tanto como su natal Estella. Y San Miguel no falló, estuvo con su torero hasta llenar al coso y hasta responder a la entrega del joven jinete navarro.
Según fuentes cercanas a los toreros navarros, Guillermo respondió con raza, con técnica y sobre todo con una prestancia en la plaza digna de toreros con muchas más horas de vuelo. El gran acontecimiento taurino de la temporada congregó a muchas personas amigas, gente de la empresa, del toreo, del caballo, de la música…Fue un acto social en el que no pudo faltar el buen amigo de Pablo, Carlos Slim, a quien el navarro brindó su primer astado.
Estuvo Pablo de maestro de ceremonias y de director de la lidia, arropando a su hijo y dando una nueva y gran lección de toreo a caballo. Alquimista, Januca o Dalí fueron sus caballos más brillantes en esta tarde, en la que no anduvo fino con el rejón letal, lo que impidió que compartiese puerta grande con su hijo.
De cualquier forma alternar con Pablo, aunque no triunfe, no es fácil, porque el listón del toreo lo coloca muy alto y ésa fue una de las cualidades de Guillermo, que superó ese miedo escénico y mostró que puede ser capaz de realizar las suertes como su maestro y progenitor, que también es capaz de ponerse de frente con Napoleón e irse de plaza a plaza para reunirse ante dos toros que no ayudaron de salida.
Luego en banderillas, dio una demostración de toreo hermosista primero con Disparate, toreando de costado, haciendo la hermosina y sobre todo mostrando su verdadero poder en las reuniones de frente, eso que tanto cuesta a muchos llegar y esos terrenos que cuesta tanto pisar. Pero lo más sorprendente fue cuando con Disparate se fue a las tablas agarró un par a dos manos y se fue por el toro que estaba emplazado en los medios. Fue el momento álgido de una faena que iba para triunfo gordo. Un Ícaro ya en maestro de ceremonias que volvió desde el retiro para que Guillermo dibujase pinceladas en la cara del astado y un Donatelli expresivo en al reunión y espectacular en las piruetas. Gran labor, por encima de sus enemigos en ambos casos y que remató con cortas sobre Nevado y Don Pepe para el rejón de muerte. Dos orejas, una en cada novillo, fueron corto premio para los méritos contraídos pero suficientes para salir por la puerta grande del coso, entre fuegos de artificio y a hombros de todo su equipo.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX