Natural de Franciso Marco a una erala.
El diestro navarro tentó en Ledesma dos eralas del ganadero Francisco Madrazo.
Francisco Marco sigue preparándose a fondo para sus compromisos de esta temporada y, por ello, se desplazó el sábado pasado hasta la localidad salmantina de Ledesma, hasta la finca La Vadima, donde se crían las reses de Francisco Madrazo, ganado de procedencia Santa Coloma.
En su plaza de tientas, compartió tentadero con el novillero francés Clemente. Ambos se las vieron con cuatro eralas, que acudieron, cada una, entre cuatro y cinco veces al caballo de picar, y que tuvieron clase en la muleta.
Al matador de toros estellés le correspondieron la primera y la tercera de la jornada. En su primera intervención disfrutó toreando a una vaca de embestida noble, lenta, pausada, tipo al ganado mexicano de esta procedencia. Por ello, pudo ejecutar cinco tandas a cámara lenta y no más, porque la erala no duró más y se orientó.
La segunda del navarro fue brava. Tuvo nobleza, calidad y duración, pero resultó exigente. El espada navarro la entendió a la perfección y, muy centrado, le realizó una faena tan larga como templada por ambos pitones, en la que pudo sacar a relucir su variado repertorio.
Fue un buen tentadero, que le sirvió a Marco como una buena prueba de cara a los compromisos de luces que tendrá que afrontar esta temporada.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX