Tras una gran faena, perdió las dos orejas de su primer toro por fallar con el estoque.
Ganado: Cuatro toros de Tenexac, de buen juego los tres primeros y deslucido y parado el cuarto y último.
Toreros: Jerónimo Ramírez de Arelllano “Jerónimo” (cuatro orejas) y Francisco Marco (ovación y oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Tetepango, estado de Hidalgo (México). 31 de enero.
Incidencias: Lleno. Jerónimo salió a hombros.
Francisco Marco abandonó el domingo pasado la plaza mexicana de Tetepango, en el estado de Hidalgo, con un sabor agridulce aunque satisfecho de lo que había realizado en el ruedo, bajo unos tendidos repletos de público. Sólo el estoque le privó de un triunfo similar al conseguido por su compañero de tarde, el diestro mexicano Jerónimo, que salió a hombros.
A su primero, que tuvo mucha clase y embistió despacio, al estilo del saltillo mexicano, lo cuajó de capa, con verónicas al ralentí, que reflejaron que el torero estaba a gusto. Con la muleta, realizó una faena larga, tirando del toro, que seguía el engaño hasta el final del muletazo; y faena variada, por ambos pitones, muy templada, finalizada con un arrimón. La labor era merecedora de las dos orejas del buen toro, pero pinchó y terminó con una estocada muy fea, lo que le privó finalmente de trofeos. De todos modos, los tendidos ovacionaron la labor del navarro.
El segundo del lote de Marco fue el garbanzo negro del buen encierro, un toro francamente malo, sin recorrido alguno y muy parado, tal vez porque el picador de turno se pasó en su labor y le pegó duro sin razón para ello. El espada estellés lo intentó, dio la cara y estuvo por encima del astado. Fue un ejemplar sin opciones de triunfo, al que Marco mató de una estocada hasta la bola, lo que posibilitó la concesión de una oreja.