Los socios del Club Taurino de Valtierra, con Francisco Expósito y Paco Ramos en cada extremo, ambos con un capote.
El novillero pamplonés tentó dos reses de Santos Zapatería en la fiesta anual de esta entidad taurina.
Medio centenar de socios del Club Taurino de Valtierra celebró el sábado pasado la fiesta anual de esta entidad y lo hizo en la finca valterriana La Quemada, donde se crían las reses bravas de Santos Zapatería, conocido popularmente como ‘Chusma’.
Tras recorrer la citad finca y degustar el almuerzo de rigor, los aficionados navarros fueron testigos de un tentadero a cargo de Francisco Expósito, que estuvo auxiliado por el banderillero Paco Ramos.
El novillero pamplonés se las vio en primer lugar con una erala que no dio opción, que se orientó muy pronto y resultó muy complicada, no apta para el lucimiento, con todas las dificultades del ganado de la tierra. Pese a ello, la vaca le sirvió a Expósito, que pudo darle muletazos de castigo.
En segundo lugar, lidió un añojo, que sirvió en la muleta. Lo llevó siempre muy tapado y lo toreó templado por ambos pitones, en una faena que satisfizo al novillero y que gustó a los aficionados de una entidad fundada en 2011 y al propio ganadero, Santos Zapatería, quien puso en marcha su ganadería en 1990, con reses de Jesús Guembe y sementales de Adolfo Lahuerta, una vacada de bravo englobada en la Asociación Española de Ganaderías de Reses Bravas.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX