FALLECE JESÚS ZÚÑIGA, NOVILLERO EN LOS AÑOS 50 Y PRESIDENTE DEL CLUB TAURINO DE PAMPLONA EN 2000

Jesús Zúñiga, hace tres años, durante una charla en el Club Taurino de Pamplona.

Jesús Zúñiga, hace tres años, durante una charla en el Club Taurino de Pamplona.

Afable, querido y respetado, la conducción de su cadáver se llevará a cabo mañana, lunes, a las 9,45 horas, desde el Tanatorio Irache.

Víctima de un cáncer, falleció ayer, a los 83 años de edad, Jesús Zúñiga Valencia, novillero con caballos en los años 50, informador taurino y presidente del Club Taurino de Pamplona durante el periodo 2000-2001.

Nacido en Pamplona el 16 de enero de 1936, no tuvo antecedentes taurinos en su familia, lo que no impidió que despertara en él desde niño la afición a los toros. Siendo mozalbete se reunía con otros muchachos que querían aprender a torear. En este sentido, para conseguir su primera oportunidad tuvo que vestirse de indio, de comanche, para realizar quiebros y saltar en plancha por encima del novillo. Así pudo matar su primera novillada el día 11 de mayo de 1952 en la plaza de Pamplona, cuando contaba con 16 años de edad.

Su biografía, escrita por su íntimo amigo y miembro también de la llamada Comanchada, Emilio García San Miguel, continúa así:

“Actuó después en algunos festivales en plazas navarras y de La Rioja, pero decidió continuar el aprendizaje en Sevilla, tierra donde abundan las ganaderías y las oportunidades para los que están empezando. Durante dos años en invierno y primavera, pateó con el hatillo al hombro los campos andaluces al igual que otros capas. Logró participar como aficionado de tapia en un buen número de tentaderos, que le permitieron tomar lecciones prácticas de toreo.

Debutó de luces en Pamplona sin caballos el 24 de junio de 1956, en un mano a mano con Vallito frente a novillos de Jesús Díaz. El novillero Vallito vino a Pamplona con gran cartel por su participación como espontáneo en una conocida película de toros. Esto le dio popularidad, toreó muchísimo, pero en Pamplona se le dieron muy mal las cosas. Su segundo novillo volvió vivo a los corrales tras escuchar tres avisos, mientras que el debutante cortó tres orejas y salió a hombros.

También en Pamplona debutó Jesús Zúñiga con picadores, y lo hizo el 7 de abril de 1957. Toreó mano a mano con el salmantino Josechu García, hijo del ganadero Cándido García a quien pertenecía la complicada novillada que lidiaron. Cortó una oreja.

Entre los años 55 al 59 Jesús Zúñiga toreó infinidad de festejos, principalmente en plazas navarras, como Estella, Tafalla, Lerín, Peralta, Falces, Cintruenigo, Lumbier, San Adrian, Larraga, Carcastillo, Olite, Burlada, repitiendo actuación dos y tres veces en algunas de las plazas citadas. También toreó en Zaragoza y Tolosa, y como sobresaliente en una corrida de toros en El Chofre de San Sebastián, pero donde más se prodigó fue en Pamplona. Sumó unos cuantos festivales, numerosas novilladas sin picadores y dos con caballos. La segunda de estas novilladas fue de las que dejan recuerdo para el aficionado. Se celebró el 13 de abril de 1958 y fue una auténtica corrida de toros del hierro de Domingo Ortega. Actuaron los tres novilleros de Pamplona, Jesús Zúñiga, Jesús Gracia y Paco Beorlegui ‘Romerito’. Se proclamó triunfador Jesús Zúñiga, tras cortar tres orejas. Jesús Gracia obtuvo una y Romerito y su banderillero y al mismo tiempo apoderado, Pedro Chaverri ‘Chico de Olite’, fueron heridos de gravedad por el tercer novillo de la tarde. La Casa de Misericordia, al finalizar el festejo, entregó a Jesús Zúñiga en el ruedo un magnifico capotillo de paseo con el que premió al triunfador del festejo.

Posteriormente, cambió el oro por la plata y toreó como banderillero en la cuadrilla de Miguel Márquez que estaba empezando y lo apoderaba el matador de toros José María Recondo, amigo de Jesús. Fueron solamente dos temporadas y colgó definitivamente el traje de luces. Pero siguió vinculado al mundillo del toro. En 1971 se hizo cargo de la tribuna de Radio Popular.

Fue locutor en directo de las corridas de la Feria del Toro durante más de 20 años. Pasó también por el rotativo de Navarra Hoy, el diario El Sol de Madrid y el Diario de Noticias de Vitoria; en los últimos tiempos era corresponsal de Radio Vitoria en Navarra. En la emisora alavesa se encargaba de hacer las crónicas de los festejos que se dan en la Comunidad Foral, así como la transmisión de las corridas de la Virgen Blanca para dicha emisora. En 1981 escribió un libro titulado ‘Toreando por Navarra’, en el que narraba las peripecias que le tocó vivir en sus tiempos de novillero. Tuvo éxito y en dos meses se agotó toda la edición.

Por último, un rasgo más en su perfil taurino: fue presidente del Club Taurino de Pamplona en los años 2000 y 2001”.

Hasta aquí la biografía que escribió Emilio García San Miguel.

En mi sentir, siempre mantuvimos buena relación de amistad. Admiraba de él su buen talante y su sutil sentido del humor. Hablábamos de toros, bromeábamos, siempre enredados en una atmósfera de mutua complicidad. En los últimos años, hasta intercambiábamos wasaps de contenido taurino.

Pamplona ha perdido a uno de sus mejores aficionados a los toros. El luto ensombrece esta mañana de domingo. Hasta siempre, amigo.

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