FALLECE JESÚS RODERO, VETERANO SOCIO DEL CLUB TAURINO DE PAMPLONA

Jesús Rodero.

Jesús Rodero.

Propietario del emblemático restaurante de la capital navarra, era asiduo a la Feria del Toro, a la tudelana de Santa Ana y a la madrileña de San Isidro.

Jesús Rodero, uno de los más prestigiosos cocineros de Navarra, falleció ayer en la capital navarra a los 83 años. Veterano socio del Club Taurino de Pamplona, nunca faltaba, entre otras, a la Feria del Toro, a la tudelana de Santa Ana y a la madrileña de San Isidro.

Socio asimismo de Osasuna, en 1975 puso en marcha, junto con su esposa Resu Armendáriz, el Restaurante Rodero, uno de los establecimientos de referencia de la alta cocina en Navarra.

Nacido en Milagro, su vida estuvo ligada a la cocina desde muy joven, más por necesidad que por afición, como confesó en alguna entrevista. Huérfano, pronto se trasladó con su hermana a Barcelona. Ese primer contacto sería fregando platos en el colegio de los Escolapios.

Desde ese momento, el recorrido junto a la gastronomía fue largo: cumplió el servicio militar como cocinero, se convirtió en el cocinero particular del yate de Madame Renault, pasó al Café Kutz de Pamplona, al Hotel Gudamendi de San Sebastián, al restaurante Lasa de Bilbao, al Guria de Barcelona…

Desde allí, y ya casado con Resu Armendáriz, regresó a Pamplona, inaugurando el nuevo Hotel Maisonnave. Cinco años después, en 1975, abrieron el actual Rodero. En la década siguiente, en 1986, inauguró en Barcelona el restaurante Maitetxu, del que estuvo al cargo su cuñada Maite Armendáriz.

Fuera de la Comunidad foral era conocido como el mesonero de Navarra, nombre con el que le había bautizado Arturo Gracia, periodista de La Gaceta del Norte. Defensor de la cocina tradicional, que llegó a definir como “la de verdad”, Jesús Rodero se convirtió sin embargo en uno de los primeros en introducirse en la nouvelle cuisine, incorporando, por ejemplo, el foie y la nata en algunos de sus platos.

El negocio de Pamplona continúa siendo familiar, en manos de tres de sus cuatro hijos: Koldo, Goretti y Verónica. Conservan desde 1994 una Estrella Michelin que ya a finales de los ochenta había logrado su padre, manteniéndola unos años. Este mismo mes la Guía Repsol ha otorgado por primera vez al restaurante tres Soles, convirtiéndose en el único establecimiento navarro con este galardón.

Información publicada en Diario de Navarra.

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