Felipe Lafita.
Quien fue también presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, lidió dos corridas de toros en Tudela.
El fundador de la ganadería de El Torreón y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) durante los años 1994-1998, Felipe Lafita, falleció el pasado domingo en Madrid a los 89 años de edad.
Ganadero y ex presidente de la UCTL, Felipe Lafita -arquitecto de profesión- fue un enamorado del toreo y del toro con clase. La que fuera su ganadería, El Torreón, hoy en manos de César Rincón, fue creada sobre la base de vacas y sementales de Torrestrella, Algarra, Jandilla y Juan Pedro Domecq.
La Unión de Criadores de Toros de Lidia ha emitido un comunicado en el que “siente con orgullo haber contado con un presidente que impulsó acciones fundamentales para la institución y que tuvieron una gran repercusión, destacando su apuesta por la comunicación del toro y por la organización de un departamento de comunicación así como el impulso de la revista Toro Bravo. Asimismo, bajo su presidencia se organizó la segunda edición del Congreso Mundial de Ganaderos, y la primera que se celebraba en territorio español. Un evento que se celebró en Sevilla en abril de 1995. Además, en 1998, participó en la organización de la I Feria Mundial del Toro, la cual se celebró anualmente en Sevilla hasta la llegada de la crisis económica”.
La UCTL también destaca que Lafita “fue uno de los principales precursores de la CAPT (Confederación de Asociaciones Profesionales Taurinas), entidad constituida en 1995 como órgano de representación del sector”. Descanse en paz.
En Navarra
Como titular de El Torreón, lidió un sobrero en Pamplona el 7 de julio de 1985. El toro completo un encierro de Pablo Romero. Se lidió en quinto lugar y resultó noble, manso y deslucido. A Roberto Domínguez se le acabó a los pocos muletazos, por lo que los únicos pases que logró fueron de uno en uno y sin ningún interés; mató de un pinchazo y una casi entera desprendida, y el público guardó silencio.
Mejores resultados obtuvo en Tudela, donde lidió dos corridas de toros. La primera, el 26 de julio de 1992. Fue un encierro con calidad pero escaso de fuerza. Paco Ojeda le cortó las dos orejas al que abrió plaza; Espartaco, una al quinto y el navarro Sergio Sánchez, las dos al sexto.
Tres años después, el 25 de julio de 1995, saltaron al ruedo tudelano seis toros de El Torreón bajos de agujas, cornicortos y astigordos, justos de fuerza, parados los tres primeros y con más movilidad los tres últimos. Juan Mora cobró una oreja del cuarto; Jesulín, las dos del quinto y Rivera Ordóñez, una de cada uno de su lote, por lo que salió a hombros junto al de Ubrique.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX