FALLECE ANTONIO PALACIOS, EL DECANO DE LOS TOREROS ARAGONESES

Antonio Palacios por los calles de Zaragoza en una salida a hombros. Fotografía: ABC

En Navarra, toreó en las plazas de Pamplona, Corella y Tudela, donde triunfó en 1955.

Antonio Palacios, decano de los toreros aragoneses, falleció el pasado sábado en Zaragoza, a los ochenta años de edad. Natural de Manchones (Zaragoza), donde nació el 17 de enero de 1932, se presentó como novillero en Madrid el 5 de agosto de 1956 y le cortó una oreja a un novillo de Aleas.
Sin ambiente ninguno, ese mismo año, 1958, el 13 de octubre, tomó la alternativa el 13 de octubre de 1958, en su tierra natal, Zaragoza, teniendo como maestro de ceremonia a Julio Aparicio y como testigo a Gregorio Sánchez; se lidiaron toros de la vacada de Villagodio Hermanos. Le cortó las orejas al toro de la ceremonia y salió a hombros pero fue la única corrida que toreó esa temporada.
Continuó varios años en activo pero firmando muy pocos contratos. Se vistió de luces por última vez en 1963, en Sant Feliu de Guixols. Alternó esa tarde con Emilio Redondo y El Colombiano, en la lidia de toros de Vázquez y Núñez Guerra. Fue su única actuación de aquel año y la última de su profesión.
Cuatro tardes en Navarra
En Navarra, toreó en tres de sus principales plazas. En la de Pamplona, hizo el paseíllo el 8 de mayo de 1955, en una novillada picada a la que asistió escaso público.  Se lidiaron seis novillos de Antonio Martínez Elizondo, de Tudela, que demostraron bravura y tuvieron buena embestida. Alternó con José María Recondo y con Antonio Borrero “Chamaco”, que se repartieron dos orejas. Mostró mucha clase con el capote y un extenso repertorio con la muleta pero pecó de poco reposo. Toreó más quieto a su primero que al que cerró plaza. Mató de sendas estocadas, con buen estilo y decisión.
En Corella debutó el 29 de septiembre de 1954, en una tarde en la que alternó con el rejoneador Bernardino Landete y los también novilleros Pepe Puerto y Curro Chaves. Y justo un año después, volvió a torear, ya como novillero con caballos, esta vez con el sevillano Manolo Zarpa y Manolo Ávila, y frente a seis utreros de Cuadri.
Por último, protagonizó dos actuaciones en Tudela. El 5 de junio de 1955 compartió cartel con Aurelio Salamanca, que paseó un trofeo, y con Chamaco, que logró el rabo del quinto. Se lidiaron seis utreros de Juan Belmonte, muy cuajados, con edad y trapío, serios de cara y de juego dispar. Le realizó una buena faena a su primero, premiada con una oreja, y fue aplaudido tras matar al que cerró plaza.
Este triunfo le sirvió para torear en la festividad de Santa Ana de ese año. Hizo el paseíllo con Paco Corpas y otra vez con Chamaco, que volvió a cortar un rabo. Protagonizó una tarde redonda frente a dos utreros sevillanos de Marcelino Rodríguez, a los que les cortó los rabos. Por este triunfo, junto a sus compañeros de cartel, fue llevado a hombros hasta la Plaza de los Fueros. Tras este éxito rotundo, no volvió a vestirse de luces en Navarra.

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