El pamplonés se lució antes dos vacas y un eral, que ofrecieron buen juego. Galería de imágenes.
El novillero navarro Francisco Expósito tentó el domingo pasado en la riojana Villamediana de Iregua, en la finca Río Bravo, donde se cría el ganado bravo marcado con el hierro de Álvaro y Pablo Lumbreras, y la prueba no sólo satisfizo al pamplonés, sino también al ganadero riojano.
Bien auxiliado por el banderillero pamplonés Juan Carlos Ruiz y con la confianza que da el buen hacer del varilarguero Ramitos, el novillero de la capital navarra se las vio ante dos vacas y un eral, que embistieron con nobleza. A Expósito se le vio a gusto ante esta materia prima y tiró de repertorio, con gusto, soltura, seguridad, firmeza y temple. Realizó tres faenas tan largas como variadas, templadas y medidas. Y gustó a todos los presentes, que no comprendían cómo no torea más, cómo no goza de oportunidades. Fue el comentario generalizado en la posterior comida de hermandad.
La ganadería de Lumbreras tiene dos líneas: una de procedencia Santa Coloma y otra de Núñez. Ingresó en la Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia en 2004, con reses pertenecientes a la ganadería Herederos de Policarpo Lozano. En 2017 fue el hierro triunfador de la Feria de San Adrián.