Lo llevaron a Larraga en sus camiones y en otros facilitados por Macua, Reta y Olcoz.
(…) Sin quitar mérito a la intervención de bomberos, policías, guardias y militares, los “héroes” de Artajona también tienen nombre propio: los “piyayos”. Son tres hermanos propietarios de una empresa de excavaciones y transporte: Hnos Sola Lorea S.L. Heredaron el mote de un personaje de película que era clavado a su padre. “Gracias a ellos, Artajona no se ha quemado”, afirmaba rotundo Ángel Mari Marín Ororbia. Este artajonés fue testigo de cómo, a un kilómetro a las afueras del pueblo, los ganaderos Iñaki Ganuza y su hermano Andoni cruzaban “de pieza a pieza” desde el pasto al corral las 120 vacas bravas de su ganadería, para evacuarlas a Larraga en sus camiones y varios más proporcionados por los Macua, Reta y Olcoz.
El fuego, que murió en la orilla del Canal, respetó el establo y las vacas regresaron el viernes como se fueron, pero menos “nerviosas” de lo que Iñaki las vio al oler el humo.
Su amigo Miguel Sola Lorea refrescó con su camión cisterna todo el terreno que media entre el Canal y la corraliza. No contentos con ello, Iñaki y Miguel emprendieron trayecto con la cisterna, de 17.000 litros, por todo el camino auxiliar que bordea el Canal refrescando la orilla paralela para que el incendio naufragara allí sin cruzar a la vertiente del pueblo. “Humedecía un poco la parte donde pegaba el fuego desde las cadenas de Tafalla hasta los dólmenes”, relata el chófer (…).
Extracto de una información de Pilar Morrás para Diario de Navarra.