El encierrillo, que lleva a cabo el trayecto inverso a las ocho de la mañana, duró 4,50 minutos.
Sin incidencias destacadas en cuanto a atenciones -sólo una persona a causa de un golpe-, el encierro del domingo festivo sí las tuvo en cuanto a su duración y al hecho de que no toda la manada pudo completar el recorrido que discurre a las nueve de la mañana entre los corralillos del barrio de San Miguel y la plaza de toros.
Dos de las vacas se volvieron sobre sus pasos al encontrar bloqueado el camino y se las cerró de nuevo en el punto de partida mientras las restantes sí alcanzaban el coso taurino. De nuevo fuera, no pudieron ni superar la plaza de Santiago al cerrar el paso con plásticos algunos corredores, así que recorrieron otra vez ese tramo y acabaron en los corrales, esta vez para no salir ya al trayecto del encierro y ser conducidas a la plaza en camión. Se decidió así ante la cojera de una y para no alargar más una carrera que se prolongó durante 11 minutos y 35 segundos. La anterior, el encierrillo que lleva a cabo el trayecto inverso a las ocho de la mañana, duró 4,50 minutos.
Esperaba el momento de la suelta un tendido a rebosar en una mañana soleada. La presidió el concejal nacionalista Ricardo Gómez de Segura. Junto a él, el presidente del Club Taurino Estellés, Juan José Crespo, y personal de la ganadería Macua de Larraga que gestiona la plaza. Este año, salvo un empleado municipal de Servicios para el interior de la plaza, el control en los accesos y otras funciones que antes se asumían desde el consistorio competen a la empresa adjudicataria.
En la suelta, pocos recortadores y el premio al mejor que se fue para Tolosa. Cruz Roja realizó cinco atenciones por caídas, ninguna de las cuáles requirió traslado al hospital y practicó puntos de sutura a una persona que había sufrido una herida con una botella. Información publicada en Diario de Navarra.