En la plaza de El Montecillo torearon Javier Marín y alumnos de la Escuela Taurina de Navarra. Imágenes: Miguel Monreal.
El Club Taurino de Pamplona, fundado en 1948, celebró ayer en Milagro, en la finca El Montecillo, sus 70 años de vida y lo hizo como no podía ser de otra manera, con una jornada en la que, tras ser recibido por Fernando León, su propietario, se combinaron gastronomía, toreo y alegría a raudales. En lo taurino, lo mejor vino dado de las manos del diestro navarro Javier Marín y de los alumnos de la Escuela Taurina de Navarra.
La conmemoración comenzó con la degustación del almuerzo de rigor. Seguidamente, los aficionados pamploneses se desplazaron a la plaza de tientas. En ella, el matador de toros navarro Javier Marín se lució con una erala de El Tolco, hierro cuyo titular es José Antonio Baigorri, que estuvo presente junto con su hija Patricia.
Después, alumnos de la Escuela Taurina de Navarra, como El Moro, El Luri y, sobre todo, el jovencísimo Ekaitz Moreno mostraron sus buenas maneras ante una añoja de El Tolco (ver imágenes). La demostración de toreo concluyó con una añoja toreada de Santafé Martón, de Villafranca, a la que recortaron diversos chavales, especialmente tres de la sección juvenil del Club Taurino de Pamplona.
Una comida de hermandad y unos bailables prologaron el viaje de regreso a Pamplona, a la que los aficionados llegaron con el tiempo justo para presenciar la corrida de Dolores Aguirre en Las Ventas, que, finalmente, no gustó a nadie.