Muchos corredores en el último encierro de Sangüesa. Fotografía: Jesús Garzaron.
El toro ‘Almejito’, de Ángel Luis Peña, ha estado dando vueltas por el ruedo durante un minuto.
El quinto y último encierro de las fiestas de Sangüesa ha sido sin duda el más multitudinario. Los astados de Ángel Luis Peña, de alrededor de 500 kilos, han atraído a la ciudad a decenas de corredores y a mucho público que, sumándose a los sangüesinos, han abarrotado los vallados de los 450 metros de recorrido. Cruz Roja ha atendido después a dos corredores por heridas leves.
Los toros han galopado enfilados y divididos en tres grupos. Iban dos por delante, abriendo paso, otros tres en un grupo central, y un sexto toro por detrás. Precisamente este astado, número 41 y llamado Almejito, ha puesto la anécdota en el encierro. Una vez en la plaza y, desde la arena ha ido al patio de caballos por el que se accede a los corrales, ha vuelto sobre sus pasos y ha estado dando vueltas por el ruedo durante un minuto, sin hacer caso de los pastores ni de los cabestros de cola.
“Han sido unas fiestas muy tranquilas, y también en los encierros. Sólo hemos atendido en las cinco carreras a tres corredores. A dos hoy domingo, y a otro el jueves”, ha destacado Alfonso Contín, de Cruz Roja Sangüesa.
Información, Aser Vidondo, para Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX