Un momento del primer encierro de Sangüesa. Fotografía: J. C. Cordovilla.
Los novillos de Hermanos Robles completaron los 500 metros de recorrido en apenas un minuto.
El primer encierro de las fiestas de Sangüesa fue ‘visto y no visto’. Los novillos de la ganadería de Hermanos Robles que se lidiaron por la tarde apenas tardaron un minuto en completar a toda velocidad los 500 metros del recorrido entre los corrales de la iglesia de San Salvador y la plaza de toros. Corrieron hermanados y, en el último tramo, uno de ellos, colorado, quedó algo descolgado.
Cruz Roja no practicó ninguna atención al hilo de esta primera carrera. Miguel Galisteo Los Arcos, sangüesino de 20 años, fue uno de los corredores. No terminó muy contento: “Ha ido muy rápido. Han salido los bueyes por delante, pero enseguida los novillos, bastante pequeños, les han tomado la delantera. Poco se ha podido hacer para correr bien. A ver los próximos días”.
Información de Diario de Navarra.
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX