Manolo de los Reyes saluda montera en mano en la plaza de Zaragoza.
El banderillero navarro tuvo que saludar en una tarde en la que toreó a las órdenes de Luis Antonio Gaspar ‘Paulita’.
Mont de Marsan, Captieux, Arnedo… un buen puñado de plazas ha sido el escenario esta temporada de los triunfos del banderillero pamplonés Manolo de los Reyes, quien, ayer, domingo, tuvo que saludar de nuevo montera en mano en Zaragoza tras banderillear al toro que abrió plaza, que le correspondió a Paulita, su jefe de filas.
Fue en una corrida con carácter de concurso de ganaderías, en la que hicieron el paseíllo seis matadores de toros. Es decir, cada uno lidió y estoqueó un toro. El que abrió plaza le correspondió a Paulita y, como se trataba de un único toro, el banderillero navarro clavó dos magníficos pares de rehiletes, que fueron ovacionados por el público.
Uno de los pares que clavó el banderillero pamplonés en la capital maña.
Por lo demás, se trató de una corrida concurso a la baja. De hecho, el premio quedó desierto. Se lidiaron toros de Castillejo de Huebra, José Luis Pereda (segundo y tercero bis), Sánchez Herrero, Aurelio Hernando y Hermanos Cambronell, desiguales de presentación y de deslucido juego en conjunto.
Paulita se las vio con el primero toro, de Castillejo de Huebra, que tomó cuatro varas aunque sin emplearse y haciendo sonar el estribo. Realizó una faena basada sobre la diestra, el mejor y único pitón por el que astado se dejó. Se pudieron ver muletazos estéticos y, tras matarlo, dio la vuelta al ruedo, la única de una tarde que saldó sin trofeos.
Además del diestro zaragozano, torearon Serranito (ovación), Joselillo (ovación), Rubén Pinar (ovación tras aviso), Carlos Gallego (ovación tras aviso) y Juan del Álamo (silencio).
Festejos taurinos Pamplona, S. XIX