El ganadero riojano ya tiene apartada una novillada para volver a triunfar en la Feria de San Adrián. Galería fotográfica.
Algunos novilleros disponen de una doble oportunidad en Pamplona; son afortunados en este sentido. A otros, por el contrario, aun habiendo nacido en la capital navarra, no se la dieron en su tiempo. Sin embargo, dada la calidad y el sello personal de su toreo, algunos ganaderos se quedan prendados, con su exclusivo pellizco, al verle tentar. Es el caso del navarro José Antonio Baigorri y, más recientemente, del riojano Carlos Lumbreras, que esta semana invitó a Francisco Expósito a tentar cuatro novillos en su finca Río Bravo, en el término riojano de Villamediana de Iregua.
Bien auxiliado por el banderillero pamplonés Juan Carlos Ruiz y con la confianza que da el buen hacer del varilarguero Ramitos, el novillero pamplonés se las vio ante cuatro novillos de Lumbreras, que embistieron con nobleza, aunque también resultaron exigentes por las características propias del ganado de la tierra.
A Expósito se le vio a gusto ante los novillos y tiró de repertorio, con gusto, soltura, seguridad, firmeza y temple. Y gustó a todos los presentes, que no comprendían cómo no torea más, cómo no goza de oportunidades.
La ganadería de Lumbreras tiene dos líneas: una de procedencia Santa Coloma y otra de Núñez. Ingresó en la Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia en 2004, con reses pertenecientes a la ganadería Herederos de Policarpo Lozano. El año pasado fue el hierro triunfador de la Feria de San Adrián y este año ya tiene apartada otra hermosa novillada para volver a triunfar.