EL NOVILLERO TOÑETE DEBUTA DE LUCES Y TRIUNFA EN VINAROZ

El novillero cirbonero Javier Marín sacó a hombros a Toñete en Vinaroz.

Consiguió una oreja de cada uno de su lote, ambos con el hierro de Torremilla.

Ganado: Seis erales de Torremilla, desiguales de juego, pero dejándose, nobles y no sobrados de fuerza.

Novilleros: Daniel Menes (ovación tras aviso y vuelta al ruedo), Sedano Vázquez (dos orejas tras aviso y oreja) y Toñete (oreja tras aviso y oreja).

Lugar y fecha: Plaza de toros de Vinaroz (Castellón). 19 de abril.

Incidencias: Toñete, de raíces navarras, debutó de luces y salió a hombros junto a Sedano Vázquez.

Antonio Catalán Palazón, hijo del empresario corellano Antonio Catalán Díaz, vivió el sábado pasado una tarde inolvidable en su trayectoria como torero, ya que, además de debutar de luces, logró salir a hombros en la plaza castellonense de Vinaroz, tras haber cobrado una oreja de cada uno de su lote.

Se lidiaron seis erales de Torremilla, hierro del que es propietario Manuel Ángel Millares, empresario de la plaza de Tudela. El encierro, bien presentado, no anduvo sobrado de fuerza, resultó noble y, en general, se dejó hacer.

Ante la atenta mirada de sus padres, Toñete, vestido de azul pavo y oro, recibió a su primero, uno bonito castaño, con mecidas verónicas y vistosos delantales, rematados con una revolera. Tras brindarlo a su maestro de aprendizaje, el matador de toros Ángel Gómez Escorial, comenzó el trasteo en el tercio para ir afianzando al novillo. Después, realizó una faena de menos a más, con numerosas series, sobre todo por el pitón derecho y siempre con gusto. Terminó con unas manoletinas y un estoconazo, que hizo rodar al eral. Una oreja que bien pudieron ser dos.

Al negro sexto lo saludó con un ramillete de verónicas a pies juntos, bien rematado con la media. El joven novillero, bien aconsejado por Gómez Escorial y Sergio Sánchez, inició el trasteo con unos doblones para lograr que el novillo se asentarse, un ejemplar más complicado,  que se quedaba corto por el izquierdo y mostraba más generoso recorrido. Por ello, lo aprovechó con varias series de derechazos en los que bajó la mano y en las que predominó el mando y el gusto. Entró a matar y dejó una muy tendida, que prologó a otra estocada arriba. Nuevo trofeo, el que le sirvió para salir a hombros en la tarde en que comenzó su andadura como novillero sin picadores.