El madrileño, de raíces navarras, tuvo que pechar con un manso descarado, el peor de un excelente encierro de García Jiménez
Ganado: seis erales de García Jiménez, de excelente juego, excepto el sexto y último, manso y rebrincado; casi todos, aplaudidos en el arrastre y el cuarto fue premiado con la póstuma vuelta al ruedo.
Novilleros: Pablo Atienza (oreja), Kike (ovación tras petición), Alejandro González (oreja), Juan de Dios (dos orejas), Alfonso Cadaval (oreja) y Toñete (oreja).
Lugar y fecha: Plaza de toros de Valladolid. 9 de septiembre.
Incidencias: un tercio de entrada en tarde muy calurosa. De Dios salió a hombros.
En su todavía incipiente trayectoria profesional y tras su triunfo en la plaza de Ronda, Antonio Catalán “Toñete” volvió a conseguir una oreja el martes pasado en la plaza de Valladolid. Y eso que no le acompañó la suerte, ya que le correspondió el garbanzo negro de un excelente encierro de García Jiménez, el sexto, complicado, sin fijeza alguna.
Fue el novillo más cuajado y grande de la novillada y, ante él, el novillero madrileño de raíces navarras, puso mucha voluntad y empeño para sacar agua de un pozo casi seco. El eral fue manso y muy corretón. Pese a ello, lo brindó al público. Después, no acabó de acoplarse con el animal, recio y duro. Puso voluntad el torero, pero recibió dos tarantatanes, uno de ellos espectacular, pues estuvo entre las astas y cayó al suelo de malas maneras. Terminó con un pinchazo y estocada, y cobró una oreja en reconocimiento a su arrojo, a su valor.