La empresa debe anunaciar al novillero de Cintruénigo en el cartel del próximo 5 de julio.
La empresa acostumbra a argumentar que novilladas sólo hay una y que deben torear los mejores del momento. Pero no sirve como justificación. Los mejores del momento deben anunciarse en la Feria del Toro, en sus ocho corridas entre el 7 y el 14 de julio, y, por desgracia y como en años anteriores, no están (Morante, Manzanares, Ponce…).
La novillada picada del 5 de julio debe servir para que los novilleros de casa, de la tierra, navarros –si los hay-, tengan una gran oportunidad, generalmente la más importante de su trayectoria hasta ese momento. Pues bien, este año, sí que hay. Nada que objetar a que no aparezca el nombre del pamplonés Expósito, por su falta de rodaje, no por la calidad de su toreo, que le sobra.
Pero sí debe hacer el paseíllo el 5 de julio Javier Marín. Acumula ya catorce novilladas con picadores en su tercera temporada en esta categoría. En la última, este año, en una plaza de la provincia de Toledo, cortó tres orejas, lo que, para ser su primer paseíllo del año, no está nada mal. Digo yo, no sé… Además, antes de San Fermín, va a torear dos más. Y si triunfa en Pamplona, puede relanzar su profesión. Si se estrella, será problema suyo, no de la Meca, que habrá cumplido dándole esa oportunidad.
Sirva de ejemplo lo sucedido hace unos pocos días en Córdoba. En la novillada de feria, además de las figuras Ginés Marín y Varea, toreó el local Javier Moreno “Lagartijo”, en un día en el que debutaba con caballos y en el que triunfó. Eso es apostar por la gente de casa.
Aquí, primero, que toree Javier Marín y, segundo, que lo haga junto a novilleros punteros, como los dos citados –Ginés y Varea-, Posada de Maravillas o Roca Rey. Al menos, con los apoderados de estos dos últimos –Luis Álvarez y José Antonio Campuzano, respectivamente-, la Meca ha mantenido conversaciones. También, con el representante del Marín navarro. Éste debe hacer el paseíllo en Pamplona el 5 de julio; el otro, ojalá también.